Cartas [Gaminet]

~10~

Mañana era inicio de semana, y Freminet solamente se encontraba tirado en su cama tratando de entender bien sus sentimientos.

"Piénsalo"

Eso era lo único que tenía que hacer Freminet, y simplemente no podía, todo había sido tan repentino para el.
Apenas le estaba contando a su amigo sobre su admirador secreto y a cuestión de minutos estaban... ¿podría llamar eso un beso? fue demasiado corto pero sus labios se tocaron, eso era suficiente, ¿no? ugh, ahora tendría que pensar más...

El chico tomo a Pers en sus brazos y empezó a rodar por la cama, era una verdad que Gaming luego de el sábado le mando mensajes de texto como si nada hubiera ocurrido...

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—¿Por qué ando haciendo esto?

Gaming se preguntó así mismo mientras volvía a leer los mensajes que había mandado en estos días, le habló como siempre, le mando imágenes y videos graciosos y algunos cuantos sobre cosas que le interesaba, discutieron temas del proyecto y a todo Freminet respondía seco, más de lo usual, pero era de esperarse... conocía a Freminet y eso del beso lo debió haber alterado por completo.

Suspiró y se tapo con sus sábanas hasta la cabeza, el sabía que no tenía la culpa del beso, había sido un accidente después de todo... aunque tal vez si no se hubiera ofrecido, la historia sería la de siempre y no hubiera tenido ni un avance con Freminet.
Aunque también... suficiente. Gaming ya estaba volviendo a pensar demasiado.

El chico salió de las sabanas y se fue a sentarse en su escritorio para escribir la próxima carta.
Justo cuando iba a empezar, la duda de hacerlo o no, lo invadió lentamente.

"¿Sería lo correcto...?"

Se supone que Freminet aún no sabe de qué él es el de las cartas, podría parecer raro que justo cuando pasa algo en su relación dejarán de llegar...

Gaming soltó un largo suspiro, puso su canción favorita de amor y empezó a escribir un lindo poema para su amado Freminet.

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El lunes había llegado, y para sorpresa de Gaming, Freminet estuvo completamente normal, incluso él lo saludo primero, hasta parecía que el sábado nunca había sucedido.

Ahora estaban en su momento de receso del mediodía, Freminet estaba esperando a que Gaming terminará de copiar algunas cosas del pizarrón y sacará su comida.
Bueno... en realidad, Gaming estaba actuando eso.

—Puedes ir si quieres Fremi, yo voy en unos minutos -dijo Gaming mientras fingía borrar con la goma algo del cuaderno.

—¿Te espero donde siempre?

—Sí, sí, ahí mismo.

—Esta bien... no tardes.

Apenas Gaming vio como Freminet salía del salón, inmediatamente sacó la carta de su mochila y la deslizo bajo el cuaderno del chico.
Igual que todas las otra veces, fue completamente fácil, sacó su comida bajo del escritorio y se levantó para seguir a Freminet, estaba contento que nadie lo haya visto.
Ó eso es lo que creía.

—¿Qué estás haciendo Gaming?

Esa voz... es la de uno de sus viejos amigos.

—¿Le estás dejando cartitas a tu novio? -preguntó uno acercándose hacia el escritorio de Freminet, levantando el cuaderno y viendo el pequeño papel ahí.

Cuando menos se dio cuenta, Gaming ya había sido rodeado por los cinco muchachos.

—¿Qué mierda quieren? —dijo Gaming molesto.