Cartas [Gaminet]

~Extra~

Habían pasado solo tres meses de que Freminet y Gaming habían empezado a salir, el amor entre ambos chicos era bastante vigente y honesto, se complementaban fácilmente y siempre estaban el uno para el otro.

Hoy era de esas tardes que Gaming y Freminet iban a tomar un helado después de las duras y largas clases que tenían durante el día.
Ambos estaban sentados en la banca de un pequeño parque que había frente de la heladería, Gaming cada tanto miraba de reojo a Freminet, se rascaba un poco la nuca, sus piernas temblaban, soltaba largos suspiros y...

—Gaming... ¿pasa algo...? —habló Freminet mientras miraba un poco desconcertado lo que hacía su novio.

—¡S-Sí! —dijo Gaming feliz de que Freminet lo haya notado—. Es que... ¿cuando le dirás a tu familia?

Y esa pregunta cayó como un balde de agua fría para Freminet.

—¿Sobre que? —preguntó Freminet haciéndose un poco el tonto, podía hacerse ideas a que es lo que se refería el chico, pero quería confirmarlo de todas formas.

—Eh... ¿tal vez de que somos novios? —dijo Gaming en un tono poco molesto—. Me sorprende un poco que preguntes...

—A-Ahh... de eso... —Freminet desvió su mirada hacia otro lado mientras volvia a comer de su helado—. Honestamente, nunca lo pensé.

—¡Deberías! mi papá ya lo sabe.

—¿¡Ah!? —Freminet casi deja caer su helado cuando Gaming le dijo eso, volteó  a verlo mientras hablaba con desesperación—. ¿¡Que!? ¿¡cómo!? ¿q-que es lo que te dijo?

—Hmm... si te soy sincero, muchas cosas, tuvimos una pequeña discusión pero luego de una siesta se le paso y me aceptó... ¡así que todo bien!

—¿S-Seguro que todo bien?

—¡Sí! solo estaba preocupado que alguien me hiciera algo o se me dificultará conseguir algún trabajo pero... no creo que suceda —terminó de decir Gaming entre pequeñas risas antes de acercarse un poco a Freminet y acariciarle con cuidado su mejilla—. Además no me importa lo que opinen los demás, no harán que te deje de amar.

Freminet no pudo evitar sonrojarse, pero tampoco en pensar como Gaming se debe de sentir realmente con esto de mantener semi-oculta su relación.
Que Gaming haya logrado decirle a su padre sobre ellos, aún sabiendo que su reacción y respuesta no sería para nada agradable, demostraba mucha valentía y coraje.
Y Freminet... no tenía ni una razón de temer o preocuparse por algo, tenía dos mujeres casadas como su tutores legales y sus hermanos que eran todo menos heterosexuales.

Y decirle a su familia, no equivalía a hacer su relación pública en la escuela, así que no se tenía que preocupar si salía uno de los estúpidos ex amigos de Gaming a joder.
El rubio lo pensó por unos segundos más antes de decir por debajo.

—Les diré que vendrás a cenar...

—¿Hm?

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Furina se encontraba tarareando alegremente una canción mientras buscaba en los muebles algo dulce de que comer, al fin tenía algo de tiempo libre en la tarde así que aprovecharía para ver alguna serie que le recomendó uno de sus mejores amigos.
La mujer agarró una bolsa de caramelos de chocolate y cerró la puerta del mueble.

—Madre...

Sin saberlo, Lynette justo estaba parada tras la puerta del mueble.

—¡Ah! ¡L-Lynette! —dijo Furina con un pequeño grito por la aparición repentina de su hija—. ¿Pasó algo?