Capitulo 8

8.1K 833 24
                                    

────────── ♡ ──────────

Becky toma aire mientras camina hasta la sala, con una alegre Song detrás de ella, y Freen, quien sonríe tranquila como si aquella situación fuera de lo más normal.

Becky mentiría si dijera que no estaba completamente de los nervios por su presencia. Pero fingir que todo iba bien era una de sus muchas cualidades.

— Freen, hola.— Irin saluda desde el sofá, acompañada de las demás niñas que se encuentran a su lado.

— ¡Entrenadora Freen!— Xavier exclama con alegría, sus ojos brillando con ilusión al verla

— Hola pequeño Xavi — la mayor sonríe con cariño.

Es entonces que Song corre hasta el sofá, subiéndose encima de su tía Irin para seguidamente abrazarla con fuerza.

— ¿Has visto Irin? La entrenadora Freen ha venido a mi cumpleaños.— Anuncia con emoción y orgullo, haciendo que Freen sienta cierto calor en el pecho. Es cuanto menos, una sensación reconfortante.

— Sí, amor — le sonríe, acariciando su mejilla.

Becky mira la escena con una sonrisa, mientras Song pone la película de Tiana y el sapo en el televisor. Intenta apartar los pensamientos negativos, aquellos que le piden a gritos que se esconda porque en cualquier momento Freen podría confrontarla por lo sucedido la última vez que se vieron.

— Iré a preparar un poco de té.— Avisa Becky, finalmente rindiéndose. Y Irin asiente sin apartar la mirada del televisor.

Supone que la cocina era un buen escondite. Así que entra en su gran cocina y mientras busca la tetera en los armarios, piensa en que excusa poner para quedarse allí hasta que Freen se vaya.

— ¿Te importa que te haga compañía? — La voz de Freen se hace presente en la cocina, sobresaltando a Becky que casi tira la tetera al suelo.

Quizás no. Quizás necesitaba un mejor escondite.

— No — carraspea, intentado aparentar lo más normal posible—. Adelante.

Freen entra en la cocina, cerrando la puerta detrás de ella, haciendo que que el cuerpo entero de Becky se tense. En un intento de distraerse de su presencia, pone el agua a hervir.

— Espero que no haya sido una sorpresa que haya aparecido — Freen dice, rompiendo el silencio. Mientras Becky se propone no mirarla—. Song me dijo que estabas de acuerdo con que viniera cuando me dio la invitación.

Becky se muerde el labio, y no entiende en que momento Song se ha vuelto tan descarada. Sabía que su pequeña sólo quería ayudar, pero no puede evitar sentir molestia. No quería acercarse a Freen, porque sabía que no podría controlar a su desesperado corazón.

Y no podía permitirse tenerlo roto, no lo soportaría.

— No te preocupes.—Evita el tema, fingiendo una sonrisa.

Se quedan en silencio una vez más, y Becky dirige su mirada al suelo porque no se atreve a mirar a la rubia a los ojos. Pero Freen la mira, con aquella mirada que decía más que las palabras.

Becky se veía tan extrañamente bien en aquel cardigan, con su cabello recogido en un pequeño moño y unos pantalones deportivos grises llenos de manchas de harina.

Era tan hogareña, Freen tan solo quería abrazarla y enterrar su nariz en el hueco de su cuello. Quería ayudarla a hacer el té y verla ponerse así de nerviosa con tan solo su presencia.

— ¿He hecho algo mal, Becky? — Dice finalmente, volviendo a la realidad.

— ¿Qué? — Frunce el ceño mientras levanta su mirada — Claro que no.

❝¡Entrenadora Freen!❞ (Freenbecky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora