La felicidad que Danielle le dejó se esfumó tan rápido como llegó el día siguiente.
Los miércoles no tenía clases tan temprano, para su propia fortuna, sólo dos clases: una a las once de la mañana y la otra a las tres de la tarde. Después de eso, quedaba libre completamente.
Ahyeon llegó a las diez, como siempre, sin hacer preguntas sobre Hikaru marcada en el aroma de Danielle. Ahyeon era una chica que llegó sólo un año atrás a la ciudad y a ese edificio, tenía dieciocho años y vivía con sus padres todavía. Decidió tomarse un año sabático para ahorrar y entrar a la universidad el año siguiente, por lo que Haerin le pagaba para cuidar de su cachorrita. Hikaru la adoraba, ambas se llevaban muy bien y Ahyeon se encargaba de mimarla mucho.
Le dio las indicaciones de siempre, despidiéndose de ambas y saliendo a tomar el bus para llegar a su clase. Iba bastante contenta al recordar la conversación que mantuvo la noche pasada con Danielle, que se fue más allá de las diez de la noche. Ambas se quedaron conversando de muchas cosas, conociéndose mucho más, mientras que Hikaru se quedó dormida en los brazos de la alfa. La visión de las dos, entendiéndose tan bien, le provocó demasiada ternura a Haerin, su corazón latiendo aceleradamente.
Todavía tenía muchas dudas respecto a dicha salida, por eso le dijo a Danielle que quería ir lento, conocerla mucho más antes de dar un gran paso como salir. La mayor le dijo que no se preocupara, porque ella también quería conocerla, así que decidieron tener una cita el sábado, una cita de verdad. Probablemente, le pediría a Hanni que cuidara de Hikaru, porque la idea es que salieran las dos solas.
Llegó a la universidad varios minutos después, apurándose en entrar a la sala en la que le tocaba clases a esa hora. Sin embargo, supo enseguida que algo no iba bien cuando entró. La profesora todavía no llegaba, pero ya había varios compañeros, que se voltearon a verla apenas apareció.
Trató de mantener su expresión tranquila al caminar hacia un asiento, escuchando los cuchicheos a su alrededor. ¿Qué demonios?
—Haerin —susurró Kyujin, inclinándose para hablarle en voz baja y que nadie escuchara—, oye...
—¿Qué le pasa a todo el mundo? —masculló, frunciendo el ceño—. ¡No dejan de mirarme!
Kyujin tragó saliva, removiéndose en su lugar.
—Alguien te vio con la profesora Marsh, ayer, luego de clases —explicó Kyujin con rapidez—, te vieron subiéndote a su auto. ¿Eso es cierto?
Haerin se quedó congelada, sorprendida por lo que le estaba contando su amiga. Pudo sentir el pánico atenazándose en su estómago, los nervios haciendo que su piel se pusiera de gallina.
Oh Dios, santo Dios, ¡ni siquiera lo pensó en su momento! ¿Cómo se le ocurrió irse con ella tan enseguida, cuando todos sus compañeros también estaban saliendo?
Tragó saliva, queriendo hablar, pero sintiendo su boca seca. Para su propia fortuna, en ese momento llegó la profesora Shin, haciendo que todos se acomodaran para iniciar la clase. Sin embargo, eso no quitó que podía sentir algunos ojos puestos en ella todavía.
Ni siquiera pudo concentrarse en el resto de la clase, removiéndose en su lugar varias veces, sus manos transpirando, con los nervios comenzando a hacerse más y más fuertes. No podía dejar de pensar en lo que Kyujin le acababa de decir, en el hecho de que sus compañeros pudieran estar sospechando que Danielle y ella... que ellas...
Sus dedos picaron en ansiedad, en la necesidad de sacar su móvil y enviarle un mensaje a Marsh.
La clase pasó en un abrir y cerrar de ojos. La profesora los despidió con rapidez, y Haerin se quedó viendo a sus compañeros guardar sus cosas. Ella también empezó a hacerlo, todo en ella temblando, cuando se puso de pie y escuchó un murmullo.
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way back home; daerin
RomanceHaerin no buscaba una madre para su cachorrita, pero Danielle quiere serlo. omegaverse; danielle g!p adaptación © Hobibuba