Unas semanas después cayó navidad en la ciudad, y Haerin, junto a Hikaru, tuvo que ir a Gwangju para ir a ver a sus padres. Finalmente acordaron que no presentaría a Danielle todavía, pero volvería el veinticinco para pasar el resto de las vacaciones junto a su pareja.
Pareja. Novia. La sola idea le provocaba una sonrisita a Haerin, entusiasmada por pensar en Danielle como su compañera. Un año atrás jamás se le habría ocurrido que algo así fuera posible, sin embargo, ahora la emoción de tener una novia le provocaba muchas mariposas en el estómago.
Hikaru se portó muy bien esos días con sus abuelos, que la mimaban más de lo que ya estaba. La bebé parecía haber olvidado por completo lo ocurrido tantos días atrás, con la crisis nerviosa de Haerin, y seguía muy cariñosa con su mamá, aunque Haerin continuaba sintiéndose culpable por lo ocurrido.
La única persona que sabía de lo ocurrido era Danielle. Haerin no quería contárselo a nadie más por la vergüenza de la situación.
—Pero ¿por qué debes irte tan pronto? —se lamentó su mamá, tomando en brazos a Hikaru, que chilló por la felicidad—. ¡Extraño tanto a mi bebé!
—¿Te refieres a mí o a Karu? —bufó Haerin, rodando los ojos—. Tengo algunas cosas que hacer, mamá...
—¿Acaso hay algún alfa que te ha robado el corazón? —preguntó la mujer.
Haerin enrojeció y farfulló unas negativas. Su madre le sonrió picaronamente. Hikaru metió su mano, hecha puño, en su boquita.
Al final salió después de mediodía de regreso hacia Seúl, con Karu durmiendo en su pecho en medio del viaje. Haerin estaba algo cansada de todo el último movimiento, pero le consolaba que pronto estaría en los brazos de su alfa para ser mimada.
Por Dios, su alfa. De sólo pensarlo podía derretirse. Con toda probabilidad sus padres tuvieron que haber olisqueado el aroma de Danielle en ella y Hikaru. Su bebé apestaba a una alfa, pero no parecía molestarle el olor. A Haerin también le gustaba quedar impregnada en la esencia de Danielle, que no escatimaba en extender sus feromonas alrededor de ellas, como una alfa protectora de su familia. Su pequeña familia.
Sonrió ante ese pensamiento.
Cerca de las seis de la tarde llegó al terminal de Seúl, donde Danielle ya le esperaba con una sonrisa de emoción. La saludó con un beso, revolviéndole el cabello a una dormida Hikaru, y mientras iba a buscarle la maleta, Haerin la esperó.
Fue cuando tuvo su segundo encuentro con Kangsan.
Mientras veía a Dani esperar su turno para recibir la maleta que llevó, se giró a mirar hacia la vitrina de una tienda que estaba dentro en el terminal. En medio de todo ese movimiento, golpeó con una persona y retrocedió, con Hikaru quejándose en sus brazos.
—Whooops, tan torpe como siempre, Kang.
Levantó la mirada y se quedó paralizada al encontrarse con el guapo y pálido rostro de su exnovio. El padre de Hikaru.
Ni siquiera supo qué hacer al verlo frente suyo, llevando un bolso en su hombro, quizás dispuesto a viajar también. Haerin pensó, durante mucho tiempo, que cuando lo tuviera frente suyo le gritaría y mandaría a la mierda, diciéndole todo lo que pensaba de él. Sin embargo, sólo se quedó quieta y en su lugar, apenas respirando y sosteniendo a su pequeña en brazos.
Kangsan le sonrió, la burla pintada en su rostro.
—Entonces, ¿esa es tu bebé?
Su abrazo a Hikaru se volvió más fuerte, retrocediendo otro paso por el repentino miedo que sintió. No sabía por qué, pero tener a Kangsan frente a ella, tan improvisadamente, le provocó algo de pánico y terror.
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way back home; daerin
RomanceHaerin no buscaba una madre para su cachorrita, pero Danielle quiere serlo. omegaverse; danielle g!p adaptación © Hobibuba