No era una persona masoquista, no me gustaba el dolor, pero estaba relacionada con el, por ello cuando Isaac agarro mi cabello en un puñado con tanta fuerza envés de quejarme solté un gemido de excitación.
Suspire cuando me beso con tanto fervor, nuestras lenguas compitieron por tener el control y cuando nuestros pulmones exigieron oxígeno, nos separamos.
No supe cuando entramos a su habitación, pero todo estaba extremadamente oscuro y cuando menos lo imaginé nuestra ropa había desaparecido. Me alzo y sin un poco de tacto me aventó contra la suave cama. No sería ni un poco suave, y yo no quería que lo fuera.
Se subió encima de mi y devoró mis tetas con ansias, como si fueran su caramelo favorito. Mientras su boca lamía, succionaba, y jalaba mi teta derecha, su mano le daba placer a la izquierda.
Los sonidos que salían de su boca me estaban volviendo loca, realmente lo disfrutaba.
Lentamente bajo su mano por mi abdomen hasta que llegó a mi empapado coño. Suspire cuando sus dedos masajearon de arriba abajo esa zona.
Me removí desesperada por sentir algo más que caricias superficiales, quería tenerlo en mi coño justo ahora.
—No seas hijo de puta y follame con los dedos— exigí harta de que no me diera lo que quería.
Apesar de no poder ver bien su cara por culpa de la oscuridad que nos envolvía, supe que estaba sonriendo.
—¿Por qué estás tan desesperada?, ¿Tu prometido no te da lo que tanto quieres?— Se burló, por qué sabía que era así, de lo contrario ni siquiera estaría aquí.
—Eso es algo que no debe importarte.
Soltó una carcajada estruendosa y apreté tanto la mandíbula que dolió.
Resople molesta, no dejaría que por más ganas que le tuviera se burlara de mi.
Maldito el y todos los hombres que no sabían quedarse callados.
Alce mi pie y le di un buen golpe en la polla.
El jadeo y termino cayendo a mi lado.
—Hija de la chingada.
Sin responder a su insulto, me levanté e inmediatamente me puse mi vestido tratando de no tardar. Agarre mis cosas y empecé a caminar hacia la puerta dispuesta a marcharme de este jodido departamento, no me arrepentía de haber estado con el por qué me dio muy buenos orgasmos en aquel baño y me pudo dar otros si tan solo supiera mantener la boca cerrada.
—Que te den, imbecil— dije antes de azotar la puerta.
Camine por todo el pasillo de aquel lugar asfixiante y cuando por fin encontré la puerta, me prometí jamás regresar a ese lugar.
°
Cuando pase por la recepción de aquel edificio tuve que tapar mi cara con mi cabello para que los dos hombres que se encontraban encargados de ella no me reconocieran, de por sí ya parecía dama de compañía en estás fachas, no me quería ni imaginar el gran chisme que se haría cuando los medios se enteraran de esto.
El aire fresco golpeó mi rostro cuando salí y me tope con una avenida completamente desierta, me quise golpear con la pared más cercana al percatarme de la situación en la que me encontraba.
No tenía mi auto, eran las jodidas 4 de la madrugada, y por si fuera poco estaba al otro maldito lado de la ciudad.
—Carajo!, solo a ti se te ocurre venir hasta acá solo a follar— me reprendo
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Noches sabor a vino +21
RomanceFue un momento, luego le siguió otro, y como esos se crearon muchos más...... Aunque nunca pensaron en las consecuencias que aquellos momentos traerían. --------------------------------------------------