ELA
El enojo que sentía me estaba haciendo temblar. ¿Cómo se atrevía ese desgraciado a quitarme a mi secretaria?, y lo peor de todo, ¿Cómo se atrevía ella a dejar el trabajo así por qué si?. Justo ahora me dirigía a su jodida empresa, no tenía mis ideas claras y ni siquiera sabía que diría al estar frente a frente con el, pero necesitaba desquitarme y decirle hasta de lo que se iba a morir en la cara. Aparque casi justo enfrente de la entrada del lugar, no me fijé si estaba prohibido, eso era lo que menos me importaba en este momento. Me tomé un momento para respirar hondo, no quería demostrarle cuánto me había jodido lo que hizo, Paola apesar de ser un poco torpe e insoportable, era muy buena en su trabajo y ya conocía todos mis gustos a la hora del café, orden, etc.... Encontrar a alguien más seria fácil, pero que se aprendiera todo eso y tuviera dedicación era lo difícil.
De todas las mujeres que hay para contactar como secretaria eligió una que ya tenía empleo y lo peor es que trabajaba para mí.
—Coincidencia no es.
Cuando estuve lo más tranquila que pude que valla que no fue mucho, salí. No sabía que tan solicitada era este lugar por ende cuando cruce las puertas de cristal me sorprendí al ver a un grupo demasiado grande de personas caminar de aquí a allá, algunos de ellos eran trabajadores y otros más visitantes supongo. También habían personas sentadas en lo que parecía ser la sala de espera.
Cuando escucharon que el guardia saludo a alguien instintivamente voltearon a la entrada y múltiples pares de ojos me recorrieron de pies a cabeza para luego emocionarse o simplemente quererse viéndome.Sonreí por inercia y camine hacia el mostrador donde estaban dos bonitas recepcionistas esperando a cualquier visitante. Me dirigí hacia la castaña.
—Buenas tardes, bienvenida a LyL señorita Jancovic, ¿En qué le podemos ayudar?.
No me sorprendía que me conocieran. Mire hacia el elevador y regresé la mirada.
—Quiero hablar con el señor Livingstone, es urgente.
Mentira. No quería hablar con el, lo quería matar.
Ella asintió mientras teclaba algo en su computadora. Abrió ligeramente la boca y negó lentamente antes de mirarme con una disculpa.
—El señor Livingstone se encuentra ocupado en este momento, pidió que no lo molestaramos, espero y lo pueda entender, Señorita.
Asentí lentamente sin dejar de verla a los ojos. Quería que se sintiera intimidada y me diera otra respuesta, yo no me iría hasta hablar con ese idiota. Y valla que lo logré, la chica no logro mantenerme la mirada más de tres segundos y la bajo haciendo como si en la pantalla estuviera viendo algo interesante.
—Pero no se preocupe, puede esper...... —No completo la frase por qué ambas volteamos a la derecha, con dirección a los elevadores.
De ahí salía un muy altanero Isaac. Parecía un demonio por el color de vestimenta que portaba, todo era color negro; desde los zapatos, hasta la camisa desabotonada de los dos primeros botones, por esto mismo se podían notar su tatuajes del pecho y los de su cuello, no eran muchos pero si que lo hacían verse mucho más atractivo. Su cabello estaba revuelto y sus ojos a la distancia parecían blancos brillando de una manera casi absorbersedora. Y a su lado un simple mortal con aires de grandeza, castaño, ojos verdes y un cuerpo que no estaba nada mal formado.
Espere pacientemente a que me viera y cuando nuestros ojos se encontraron algo en mi interior explotó, fue como si todos desaparecieran y solo quedáramos nosotros. Moví la cabeza un poco, y le sonreí, mi sonrisa era tan cínica que me causo repulsión. Por su parte vi como en su mirada se instaló una emoción casi inexistente y una satisfacción que en ese momento no comprendí. Mi cabeza había transportado el enfado a un lugar muy alejado de aquí y ahora solo quedaba el deseo emergente que sentía por el.
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Noches sabor a vino +21
RomantizmFue un momento, luego le siguió otro, y como esos se crearon muchos más...... Aunque nunca pensaron en las consecuencias que aquellos momentos traerían. --------------------------------------------------