ELA
Camine durante unos cuatro minutos hasta que vi la espalda de Demian y a su lado se encontraba Rebeca, mi mejor amiga.
Me acerque y pase mis brazos por sus hombros pegandonos hasta más no poder.
—Me apachurras, Elaa— Jadeo Demian por algo de aire.
Rebeca por el contrario no se quejo y se dejo abrazar tanto que temi fracturarle algún hueso.
—Hola mi bella— me dejó un beso en el brazo.
Sonreí y me senté en medio de ellos.
—¿Cómo estuvo el viaje?— Pregunté dispuesta a escuchar todo con lujo de detalle.
Ella sonrió emocionada y dio pequeños aplausos.
—De maravilla, no sabía que necesitaba viajar por todo el mundo hasta que lo hice.
Sonreí feliz por ella. Su felicidad siempre será la mía.
—¿En ese viaje hubo alguien que llamo tu atención?— Pregunto curioso Demian.
Ella negó divertida.
—No, nadie es merecedor de más de una mirada mía.
Sonreí de lado y asentí.
Nadie era merecedor de Rebeca Brown, la brillante científica termonuclear.
Nos enfrascamos tanto en hacerle preguntas de todo tipo a Rebeca que no supe cuando nos enfocamos en mi.
—¿Cómo vas con el imbecil de Jayden?.
Jayden no era santo de su devoción de ninguno, por eso desde el minuto uno donde se enteraron que tenía una relación con el lo odiaron a muerte, además de que no dejan de decirle imbecil y pues bueno, yo no les digo nada por qué bien merecido lo tiene.
—Bueno, una vez más comprobé que solo seguimos juntos por costumbre, bueno, de mi parte es así. Supongo que para el es más por interés, no lo sé, ni siquiera me importa.
Demian me miró tratando de descifrar que había sucedido, pero no tuvo que hacerlo más por qué yo misma lo dije.
—Me es infiel.
Esas simples palabras calaron en mi ego tan, pero tan profundo que solo me hacía apretar los dientes.
Rebeca agarro mis manos y me hizo mirarla.
—Ese hijo de puta no sabe lo que se perdió, carajo!. Cambio a un mujeron por un par de piernas que en cualquier momento le van a ser lo mismo a el.
Chasquee la lengua, mientras soltaba sus manos.
—Tal vez, pero eso realmente no me interesa.
Demian gruñó y ambas volteamos a verlo.
—Me da un chingo de coraje por qué si yo fuera el, no te hubiera engañado ni aunque estuviera ahogado en alcohol.
Asintió Rebeca dándole la razón.
Nos quedamos en silencio unos minutos, solo pensando en lo jodida que era la vida.
La voz de Demian me hizo voltear a verlo.
—¿Qué harás?, ¿Seguirás con el como si nada?— Pregunto interesado en mi respuesta.
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Noches sabor a vino +21
RomanceFue un momento, luego le siguió otro, y como esos se crearon muchos más...... Aunque nunca pensaron en las consecuencias que aquellos momentos traerían. --------------------------------------------------