Conocernos

753 36 1
                                    

El rodaje de la película fue intenso, habían bajado más de 20 kilos cada uno, el cansancio se respiraba, y el amor quizás rondaba, o tal vez solo para Enzo, el quien cada que podía, miraba a Matías, le llamaba la atención algo de él, todavía no lo sabía, pero sus gestos hacían que se le adormecieran las manos, su sonrisa un revoloteo en su estómago, y aunque no entendiera muchos de sus chistes jóvenes, se reía igual, la forma en la que los contaba generaba una sensación extraña en su cuerpo, y quería averiguar qué era.

La película estaba excelente, la amistad del elenco había crecido cada vez más, según el director, faltaban 2 meses para terminar el rodaje, así que hizo una excepción, y los dejo tener una noche de fiesta, sus dietas eran estrictas, pero solo por esa noche, se permitió el consumo de alcohol en el hotel.

No era un hotel grande, pero cabían con comodidad, parecía más una casa grande, con demasiadas habitaciones, aunque solamente eran para los actores que trabajaban más escenas.
La "fiesta" iba a ser en la sala, que era bastante grande, con un sillón verde en medio, y un balcón que daba con el resto de la ciudad.
En el lugar estaba parte del elenco y producción, estaban felices por el futuro éxito de la película, la alegría se podía respirar.

Aunque para Enzo, a pesar de llevarse bien con los demás, esa no era su prioridad, ese día se atrevió a hablar más con Matías, quería conocerlo, y descubrir esa sensación extraña, pero no lo encontró en ningún lugar, ni siquiera en su habitación. Por lo que decidió salir afuera a fumar.

Con el cigarro en media boca y el encendedor casi tocándolo, no pudo evitar quedarse helado al escuchar un llanto, desolador pero silencioso, Matías, quien estaba sentado, escondiéndose en una esquina, con una botella de ron al lado, era responsable de ese inquietante sollozo.

-Que tenes, eh?- Preguntó Enzo encendiendo su pucho.

-Que te pasa que no dejas de buscarme, pervertido- Dijo Matías con una voz algo burlesca mientras se escondía entre sus piernas y brazos.-Te atrape mirándome, eh? forro-

-Ya deja los juegos, y decime que te pasa dale- Dijo enzo nervioso, intentando cambiar el tema.

-Male, mi novia, tenemos una relación abierta, pero nunca lo quise, no puedo evitar sentirme así- Dijo Matías como queriendo volver a llorar

-Porque no la cortas- Enzo midió sus palabras justo después de decirlas, y se arrepintió al instante.

-Que fácil no viejo?- Dijo Matías destapando la botella y bebiendo en descontrol.

-Que te pasa, pendejo de mierda- Le quitó la botella lo más rápido que pudo, pero se notaba que el muchacho no tenía mucha resistencia al alcohol.- Mati, perdóname no qui...- No alcanzo ni a terminar y Matías ya estaba inconsciente en el piso.

Enzo decidió cargarlo hasta su habitación, pero debido a su estado, el muchacho dormido no pudo pasarle las llaves, por lo que optó por llevarlo a la suya. En la cual lo acomodó en su cama, tapó con unas sábanas y se sentó a su lado, a admirarlo en silencio, estaba sintiendo esa sensación, pero se agudizaba cada vez más.

-Sabía que querías conmigo, eh? Pervertido- Dijo Matías dormitando, con una risita burlesca. - No estás tan mal eh? Viejo. Porque no me das un beso?- Dijo mientras alzaba sus labios buscando los de él.

-Dormite, nene. Conozcámonos mejor- Dijo Enzo incorporándose hacia el suelo, su lugar de descanso esa noche.

~~

Enzo era mayor, solo por unos años, y sabía que aprovecharse de su estado no iba a terminar bien, era un hombre "correcto" en ese sentido.
Al despertarse, Matías se encontraba en el balcón de la habitación, fumando, pero no era un olor común, era fuerte, y agobiante.

-Que haces?- Preguntó Enzo, serio, pues ya sabía lo que fumaba.

-Me desestresó, queres?- Le dijo Matías acercando su pucho a la boca de Enzo

-Esa no es la solución a todo, es adictivo, no vas a terminar bien- Su tono ahora parecía más enojado qué serio.

-Y con que queres que me desestrese- Dijo Matías, ya bajo los efectos de la droga acercándose a los labios de Enzo

-Con esto puede ser- Dijo el mayor acercándose a sus labios, y dándole un beso apasionado, no era de aprovecharse de esas situaciones, pero el muchacho era encantador, verdaderamente encantador.

-Esto es mucho mejor que esta mierda- Dijo el muchacho mientras arrojaba el papelillo al suelo, y abalanzándose a los brazos del gran hombre que tenia enfrente, completamente sumiso.

-Porque no hacemos esto cada vez que tengas ganas de fumar- Dijo Enzo, no pensando en otra solución para sacarlo de ese vicio en el momento.

-Me encantaría- Dijo Matías, continuando con el beso que terminó con los dos cayendo a la cama.

~Camino Fácil~ Enzo x Matías Donde viven las historias. Descúbrelo ahora