Escena

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El momento pasó de apasionado a caliente, el toqueteo era suficiente para poner a Matías duro en ese estado, aunque los efectos se iban desvaneciendo poco a poco.

-Porque no jugamos más- Dijo Matías, tocándole el abdomen a Enzo, quien le arrebató la mano del lugar.

-Porque no lo pensamos mejor cuando estés lúcido- Dijo mientras le daba besos en el cuello y clavículas, la piel del muchacho era un sueño para el.

Después de un rato de besos y toqueteos, los efectos se fueron del cuerpo de Matías, aunque no necesitaba estar bajo los efectos para terminar de esa manera, él estaba consiente de lo que estaba haciendo, se sentía como el cielo, y sus gemidos eran la prueba necesaria que Enzo necesitaba para saber que a Matías le estaba gustando.

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Se quedaron descansando, abrazados, mirando el techo, ninguno de los dos sabía que acababa de pasar, pero les encantaba, la presencia del uno para el otro los hacía sentir bien, como si se conocieran de toda la vida.

-Y pensar que te dije que primero nos conociéramos- Dijo el mayor acariciando el pelo de el chico con delicadeza.

-Empezamos por el cuerpo, no está tan mal- Dijo Matías con tono sarcástico -Me encantaría ir a comer helado, de dulce de leche- algo inesperado pero un tema de conversación.

-Mi favorito- Dijo Enzo mientras lo miraba con una sonrisa a los ojos. -Ir a ver un partido de boca, es mi sueño, puedo ser uruguayo, pero es un muy buen equipo-

-Soy hincha yo- Dijo Matías emocionado incorporándose en la cama

Ambos terminaron riéndose, sacando la conclusión de que podrían tener muchas cosas en común, querían conocerse cada vez más.
Se incorporaron ambos, se vistieron, y salieron sigilosamente hacia el pasillo, sin que nadie los viera, para ir a filmar.

~~

Así siguieron por un mes, Matías siempre le mentía a Enzo diciendo que ya no fumaba desde que empezaron a pasar las noches juntos, claramente sin penetración, ya que como predijo Enzo, Matías aún no estaba listo, pero este se daba cuenta de que algo andaba mal con el muchacho, ya se habían conocido bastante, y no era una sorpresa de que ambos tuvieran varias cosas en común.

-Sos un romantico- le dijo Matías mientras estaban en su habitación, Enzo le había regalado una caja de sus chocolates favoritos.

-Me enamoré de ti, Matías- Palabras que se le escaparon de la boca, fue una respuesta automática, pero en el fondo, ya sabía lo que era la sensación que tanto le confundía, estaba enamorado, profundamente enamorado del chico.

-Esto no está bien- Dijo Matías, en el fondo empezaba a sentir cosas por el, pero también seguía teniendo sentimientos por su novia, sentimientos que lo destrozaban, pero le daba miedo probar algo nuevo. -Vos sabes que tengo novia-

-Lo sé, no me puedo enamorar de ti?- Dijo Enzo, le dolía decirlo, porque en el fondo sabía que Matías no iba a cambiar por el, pero no podía evitarlo, lo había hechizado.

Matías, salió de la habitación, encabronado, en 10 minutos tenían que rodar, por lo que decidió adelantarse, Enzo por su parte, sentía miedo, sabía que lo que dijo lo iba a enojar, pero no sabia que eran estos sentimientos, nunca sintió algo parecido con alguien, y no lo quería perder.

Tenían que actuar en una escena, después de la muerte del personaje al que interpretaba Enzo, Matías, aunque fuera de la cámara se veía un poco inquieto, cruzando a cada rato miradas incómodas con Enzo, su actuación frente a cámaras era de un completo profesional, Enzo solo miraba, pensando en que decirle, en qué estará sintiendo, era un adulto, pero no podía evitar comportarse como un completo adolescente.

Al terminar la escena se había oscurecido por completo, la tuvieron que repetir varias veces, y Matías estaba exhausto, al entrar en su habitación, encontró a Enzo sentado en su cama, leyendo su guion completamente concentrado, Matías se sentó al lado suyo, no estaba enojado, más bien apenado, se había comportado como un niño mimado, y al saber que Enzo estaba enamorado de él, se le cruzó toda la tarde el daño que le pudo haber hecho.

- Enzo, perdóname- Dijo Matías razonablemente, no quería pelear.

-No, perdóname tú a mi, sé que no sientes estas cosas por mi, no quiero imponerte a sentirlas, estoy enamorado, pero no significa que te haga sufrir- Dijo Enzo, le dolía demasiado decir estas cosas, él quería a Matí solo para él, era egoísta y lo sabía, pero no quería empeorar el ambiente.

Matías quedó anonadado, nunca nadie le había dado esa seguridad, que en el fondo buscaba, pero estaba tan acostumbrado al egoísmo, que no sabía que estaba bien o mal.

Ambos se quedaron mirándose mutuamente, acostados en la cama, Matías pensaba demasiado, tanto que le llegaba a doler la cabeza, no sabía qué hacer. Pero su pensamiento se vio interrumpido por un beso en el cuello, delicado, y otro en el mentón, luego otro en la nariz, tan delicado que se desesperaba, pero le encantaba, luego de esa suavidad tranquila, lo sorprendió un beso en la boca, que de empezar lento terminó con dos lenguas peleando bruscamente, un acto que terminó calentando el ambiente.

~Camino Fácil~ Enzo x Matías Donde viven las historias. Descúbrelo ahora