Juego de construcción de ciudades NPC

Capítulo 93: La vida de un guardián que vela por el Señor (historia paralela 3)

Este capítulo es de Destiny PoV.

Mis mañanas son temprano. Me despierto justo cuando sale el sol y se extiende, miro a mi alrededor con mis ojos redondos y brillantes, veo mi cuerpo dorado reflejado en las paredes de la caja transparente y muevo mi lengua dentro y fuera con satisfacción.

La temperatura y la humedad se mantuvieron a un nivel constante en la caja transparente. Sabía que era mi habitación, pero era demasiado pequeña para mi cuerpo en crecimiento, y estos días no me acercaba a ella excepto cuando dormía.

Cuando me acerqué a la pared y lo miré, vi que estaba durmiendo con un sonido extraño proveniente de su estómago. Pensé que sería una mala idea despertarlo ya que se quedó dormido justo después de llegar a casa tarde anoche.

Estirando mi cuerpo, moví el panel superior con un movimiento familiar y escapé fácilmente de la caja transparente. No fue difícil, ya que lo hacía todos los días.

Me moví hasta el borde de la plataforma donde estaba colocada la caja transparente y miré hacia abajo... Sabía que el Señor estaba profundamente dormido. Podría sumergirme en la ropa de cama desde aquí, pero eso despertaría al Señor. Lo pensó y caminó lentamente por el borde. Luego, saltó al escritorio colocado junto a la pared en la habitación del Señor.

Sentado junto al tablero lleno de objetos sobresalientes que el Señor golpea diligentemente todos los días, se sienta. Al mirar hacia arriba, ve un tablero cuadrado con una hermosa imagen reproduciéndose en él. Sabe que el mundo que está viendo aquí es un mundo diferente al que se encuentra ahora.

Salté del escritorio y aterricé en la esquina de la ropa de cama del Señor. Como evité el cuerpo del Señor, él no se despertó y todavía respiraba con dificultad. Al ver esto, me doy unas palmaditas en el pecho con la pata.

Miro de cerca y veo que la manta que llevaba estaba desordenada, ni siquiera cubría la mitad de su cuerpo, así que muerdo la manta con la boca y la quito mientras retrocedo. Cuando la manta llegó a sus hombros, abrí la boca y moví la lengua con satisfacción.

Recordé mi propósito original y mientras me movía hacia la entrada de esta habitación, estiré mi cuello hacia arriba. Frente a mí hay un gran trozo de madera. Este es el obstáculo más difícil para escapar de esta sala. A menos que se abra el tablero, no hay forma de salir de la habitación.

En el pasado, no sabía cómo hacer eso y tenía que quedarme en esta habitación en silencio, pero ya no. Cada vez que fui testigo del Señor abriendo el tablero, seguí observando de cerca. Si hago clic en la protuberancia de metal en el borde del tablero, el tablero se abrirá.

Me acerqué para hacerlo y puse mi pata en el tablero frente a mí. Normalmente, sería imposible para alguien trepar por una tabla vertical, pero yo podría hacerlo. No había ningún punto de apoyo para subir, pero lo hice sin dificultad.

Mis manos están cubiertas con una infinidad de pequeños pelos microscópicos que actúan como una superficie antideslizante, permitiéndome subir y bajar por todo tipo de lugares. Me acerqué a la protuberancia de metal, me quedé colgando y escuché un clic. Pero esto no fue suficiente para abrir el tablero. Moví vigorosamente mi cola grande, larga y orgullosa y la golpeé contra la pared a mi lado. El tablero se abre lentamente en respuesta.

Cuando hubo suficiente espacio para pasar, quité la mano de la protuberancia de metal y aterricé en el suelo. Salí de la habitación y me encontré en un enorme pasillo tapiado.

Miré hacia arriba y vi tres tablas enormes al lado del pasillo. Cuatro si cuentas el que acabo de salir. En éste, recordé, era donde vivía una mujer más joven que el Señor. Antes me lo dijo el Señor.