Juego de construcción de ciudades NPC

Capitulo 108: Soy yo quien sabe lo difícil que es deshacerse de las plagas.

"Señor. Presidente, me temo que tendré que dar por terminado el día".

"Me gustaría irme temprano".

"Yo también. Yo también."

"Jajaja. No te saldrás con la tuya".

Cuando Makoto, el Sr. Yamamoto y yo estábamos a punto de salir por la puerta, el presidente, que había llegado, nos interrumpió con una sonrisa. Por una casualidad que me hizo preguntarme si el exterminio de arañas del que había hablado hace unos días era un preludio, terminé trabajando como exterminador de plagas.

El sitio estaba en el sótano de un edificio de apartamentos. Hace dos años, en el sótano del edificio había un restaurante italiano, pero fue cerrado por mala gestión y desde entonces está abandonado.

Un nuevo propietario planea abrir un restaurante aquí pronto y nos pidió que lo limpiáramos, así que el presidente fue a verlo el otro día y hoy era el día. Lo único que nos dijeron fue que limpiaríamos el piso del antiguo restaurante, así que abrimos la puerta del antiguo restaurante con gran entusiasmo y la cerramos inmediatamente.

"...... es horrible."

"Si lo hubiera sabido, me lo habría saltado".

"Lo sabías y no me lo dijiste, ¿verdad?"

"Nadie me preguntó".

El presidente respondió a mi pregunta sin ninguna mala voluntad. El suelo estaba más sucio de lo que esperaba y no había aire acondicionado, así que no tenía nada de qué quejarme, pero esto fue demasiado inesperado. Cuando vi la escena más allá de la puerta, el rostro de Makoto se puso pálido y estaba temblando desde hace un momento. Lo siento por él.

"He estado en muchos sitios, pero ninguno como este".

Incluso el señor Yamamoto, el mayor del grupo, parecía un poco pálido. Supongo que así de sorprendido quedó por la escena.

"Ustedes todavía son buenos, he visto esas cosas vivas y retorciéndose. Tienes suerte de que bloqueé la entrada y agregué un poco de insecticida para eliminarlos".

Ah, entonces el presidente los vio con vida. Sin duda es mejor de lo que imaginaba.

"Pero es difícil ver cucarachas muertas esparcidas por todo el suelo..."

Lo que vimos fueron cucarachas muertas que cubrían gran parte del suelo que ni siquiera podíamos verlas. Si hubiera sido solo una cucaracha, nos habríamos sorprendido un poco, pero cuando ves un enjambre de decenas o incluso cientos de ellas, es natural asustarse.

"La próxima vez te deshacerás de las arañas. Piensa en ello como un preludio a eso y será fácil, fácil, fácil".

No, las arañas son aún mejores. Estuve tentado de discutir con él, pero me mantuve firme. Este es mi trabajo, así que no me corresponde quejarme. Tengo que convencerme a mí mismo a la fuerza de que... es el camino a seguir.

"Muy bien, vámonos. Recoge los cadáveres con una escoba y mételos en una bolsa. Si hay supervivientes, lo siento, pero necesito que te deshagas de ellos".

Luego me entregó el spray insecticida.

"Espero que no tengas oportunidad de usarlo", dijo, "pero no olvides ventilar el área, porque aún puede quedar algo de insecticida. No tengas miedo. Terminemos con esto."

"¡Sí!"

Los tres respondimos de mala gana con voz lánguida.

"Oh, llegas temprano. Necesitas cenar, ¿verdad?

Lo primero que me pregunta mi madre al llegar a casa, le respondo enseguida.

"No... no tengo apetito".