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La tranquila casa de Han Jisung  estaba iluminada por la cálida luz de las lámparas de papel cuando él y su familia se sentaron a cenar. El aroma tentador de la comida casera llenaba la habitación mientras todos se preparaban para disfrutar de una cena en familia después de un día de trabajo en la granja.

Han sonrió mientras su madre servía platos de arroz y verduras frescas, una delicia culinaria que solo podía provenir de la tierra misma que cultivaban con tanto amor y cuidado. Su padre, un hombre robusto con manos curtidas por el trabajo duro, tomó la palabra para dar gracias por la comida y la familia que tenían frente a ellos.

Justo cuando estaban a punto de comenzar a comer, hubo un suave golpe en la puerta y la voz animada de Félix resonó desde el otro lado. "¡Han! ¿Estás en casa?"

Han se levantó con una sonrisa y abrió la puerta para revelar a su mejor amigo, Felix, parado en el umbral con una amplia sonrisa en el rostro. Félix era un joven enjuto con ojos brillantes y una energía contagiosa que siempre iluminaba la habitación.

"Félix, ¡qué sorpresa verte!", exclamó Han, dándole un fuerte abrazo de bienvenida.

Felix devolvió el abrazo con entusiasmo. "¡Amigo mío! Pensé en pasar a saludar después del trabajo. ¿Puedo unirme a ustedes para la cena?"

La madre de Han asintió con una sonrisa acogedora. "¡Por supuesto, Félix! Siempre eres bienvenido en nuestra casa".

Félix se sentó a la mesa con la familia de Han y pronto la conversación animada llenó la habitación mientras compartían anécdotas del día y reían juntos. Félix compartió historias de su trabajo en el negocio familiar, mientras que Han hablaba sobre sus experiencias en la granja.

Después de la cena, mientras disfrutaban de té caliente y dulces caseros, Félix se volvió hacia Han con una mirada de complicidad. "Oye, ¿alguna vez has pensado en tomarte un descanso de la granja y venir a trabajar conmigo en el negocio de mi familia? Podrías aprender mucho y sería genial trabajar juntos".

Han sonrió, agradecido por la oferta de su amigo. "Es una idea interesante, Félix. Pero por ahora, estoy contento aquí, en casa, trabajando en la granja con mi familia. Es donde pertenezco".

Félix asintió con comprensión, respetando la decisión de su amigo. "Entiendo. Pero la oferta siempre está sobre la mesa si alguna vez cambias de opinión".

(...)

Después de una cena tensa con su padre, Lee Minho salió a caminar por las concurridas calles de Seúl, con la mente llena de pensamientos turbulentos. Necesitaba despejarse, y sabía exactamente dónde ir: el bar local donde solía reunirse con su mejor amigo, Chris.

Al llegar al bar, Minho encontró a Chris sentado en una esquina, bebiendo una cerveza y mirando distraídamente el televisor. Se acercó y se dejó caer en el asiento frente a él con un suspiro cansado.

"¿Qué pasa, Minho? Te ves un poco tenso", comentó Chris, levantando una ceja con curiosidad.

Minho sacudió la cabeza con frustración. "Es mi padre. Tuve otra discusión con él esta noche. Está tratando de controlar mi vida y amenazó con enviarme a la granja de mi abuelo si no cambio mi forma de ser".

Chris frunció el ceño, sorprendido por la revelación. "Eso es duro, amigo. ¿Por qué querría tu padre enviarte a la granja?"

Minho se encogió de hombros con amargura. "Dice que necesito un 'recordatorio' de dónde vengo y que la humildad me hará bien. Pero no entiende que no puedo permitirme perder el tiempo en un lugar así. Tengo metas y ambiciones que cumplir".

Destinos Entrelazados  *Minsung*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora