07.

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07.

sʜᴇ's ɴᴏᴛ ʙᴀᴅ


Me desperté a eso de las 11 de la mañana, agarré mi celu y tenia más de 20 llamadas perdidas de juani.

Uy, no le avisé si llegué...

Lo llamé y despues de unos segundos, atendió.

— Maia! La re puta madre, boluda! Por fin me atendes! – dijo él ni bien atendió.

— Hola gordo, perdoname. No tenia carga en el celu y me quedé charlando hasta la tarde.– dije y escuché un suspiro.–

— Pensé que volvias, me re asustaste tarada.

— Perdon! Se me re pasó, posta. Antes de que me olvide, hoy seguro me voy a lo de mi viejo, queres venir?

— Bueno, dale. Asi de paso cuando te vea te doy un buen saque por el susto.– dijo y reí.

Me quedé charlando con juani durante banda de tiempo, hasta que vi que eran eso de las 12 y me decidí a hacer el amuerzo tanto para matias como para malena. Ni sabia si ella iba a venir, cualquier cosa le queda más comida a él.

Mientras empezaba a hacer unos fideos, sentí unos pasos cerca mio.

— Ya 'tas levantada? – susurró mati al ver que estaba en llamada y asentí, sonriendo. Él me devolvió la sonrisa y se fue al baño.

Seguí hablando con juani bien tranqui hasta que escuché el ruido de las llaves, para después oír como se abría y cerraba la puerta.

Automaticamente pensé en malena, asi que intenté inventarme cualquier excusa medianamente valida para no tener problemas.

Sentí pasos cerca mio, hasta que escuché como frenaban de golpe.

— Qué haces acá?– dijo ella y yo volteé a verla.

— Para, esa es malena?– dijo juani algo sorprendido a través del teléfono.

— Juani, tengo que cortar, chau.– dije cortando rápido la llamada.– Hola male, como estas?

— Si te soy sincera, confundidisima.– dijo mirandome.– Qué haces aca, maia?

— Vine ayer a la noche para traerle a mati unas cosas que juani le tenía que dar. A él se le complicó pero como estoy casi siempre en su casa, agarré y vine yo.– dije e hice una pausa pensando en qué más decir.– Cuando vine, lo ayudé con eso y cuando me estaba por ir se re largó a llover, entonces él me ofreció quedarme.– dije y ella aún me miraba con algo de desconfianza.– Por hacerme ese favor de dejar que me quede, les estaba haciendo el almuerzo a ambos antes de irme.– dije y sonreí.

— Ah, eh... me tomaste muy por sorpresa, la verdad.– dijo dejando su bolso en una silla.– Qué estabas haciendo? Queres que te ayude?

— No, no! Ya casi termino, te gustan los fideos con crema, no?

— Son una de las cosas más ricas que hay, la re pegaste.– dijo y reímos levemente.

Nos quedamos hablando de otras cosas, hasta que escuché pasos nuevamente y ambas miramos de donde provenia el ruido, viendo a un matias algo cansado y con algo de sorpresa en su rostro.

— Male? Pensé que hoy no venías...– dijo él mirandola.

— Bueno... después hablamos bien de eso. – dijo ella.

— Chicos, no quiero interrumpirlos ni nada pero ahí terminé.– dije sirviendo los fideos con crema en dos platos, para después llevarlos a la mesa.

OKUPA; Matias RecaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora