One More Hunter

Capitulo 1

LA HISTORIA DE...

Narra....

mucho gusto mi nombre es....... bueno supongo que eso realmente no tiene importancia en estos momentos, soy un niño de 8 años huérfano, vivo en un orfanato desde que tengo memoria, aunque si te soy sincero preferiría no hacerlo, soy el menor de la jerarquía, el más pequeño y débil de aquí junto a otros, en este lugar hay algunas reglas, pero la más importante es....... o eres fuerte o no eres nada.

Al ser de la posición menos privilegiada soy víctima de burlas y sobre todo de golpes de los mayores, estos varían por diferentes cosas, por hacer algo mal, no obedecerlos, o por aburrimiento, ya sabes lo típico. Cuando estás palizas suceden solo hay dos opciones, o te derrumbas o aguantas siempre preferí la primera aunque esto provoca que peguen más duro.

Una vida de mierda, con pocos amigos o compañeros, con el tiempo uno se acostumbra, después de todo este lugar era mi todo y lo que conocía, cuando no has visto nada más que dolor no sabes realmente lo malo que es, normalmente nos robaban la comida así que comíamos poco, en mi caso me acostumbré, no necesitaba mucho para sobrevivir al día, aunque no andaba con las mejores energías pero una ves el cuerpo se acostumbra no necesita mucho, tampoco es como si hiciera algo para gastar energias.

Las palizas dependían mucho de que tan aburridos estuvieran los superiores, al principio nos ocultabamos pero al siempre encontrarnos dejo de tomar sentido, al igual que con la comida me acostumbré rápidamente, genere una resistencia al dolor exagerada, hasta el punto de no sentir el dolor fisico, y creo que el emocional también.

Un dia un grupo de los mayores se acercaron para mi paliza pero fue diferente, intenté defenderme, no fue la primera vez que lo intento, pero con un cuerpo y una mentalidad tan débil obviamente no tuvo mucho efecto, eran superiores en números, fuerza y resistencia, no valía la pena ni intentarlo, pero ese día, en medio de la frustración acumulada agarre un gran trozo de madera y creo que le rompí la nariz a uno, puede ser algo muy básico de pensar, obviamente con un arma cualquiera era más fuerte, pero para un niño de mentalidad infravalorativa, el simple pensamiento de rebelión era dificil, después del golpe los demás del grupo me dieron una lección sobre respetar los "rangos", acabe con un brazo dislocado, no muy grave pero doloroso y creo que una costilla bastante magullada, a pesar de que debería doler mucho......... apenas era una molestia.

Fui a la enfermería pero como les importaba poco a los enfermeros, tuve que curarme yo solo, el tiempo y la experiencia de curar heridas no más allá de algo roto ayudan a aprender algo de medicina, descanse ese día y el siguiente en la enfermería, lo sorprendente fue que a pesar de recibí otras heridas más que la del brazo y la costilla todo lo demás fue sanado, casi no había rastro de nada, ni raspón, corte, o morado.

Al contrario de lo que pensé, si había una solución a este problema, quizas sea más pequeño, más débil, pero con los utensilios correctos quizás y solo quizás podía ganar, podía librarme de este sitio, decidí hacer lo que nunca hice creyendo que sería inútil......entrenar.

Pasaron algunos años en el cual mantuve mi entrenamiento en secreto, vesti ropa holgada para que no se notará el cambio físico, también robe más comida, necesitaba alimentarme ahora que si gastaba energía, descubrí que mi cuerpo por los años de palizas se acostumbró a estas, la constante curacion por así decirlo de mis heridas, acelero en cierto sentido mi sanación.

A diferencia de mis compañeros de jerarquía, cuando ellos sufrían moretones tardaban entre 7 u 8 días en quitárselos, yo tardaba uno, una vez se me rompió el brazo, al contrario de lo que pareciese, en ves de tardar 6 meses me recupere en 1 mes, esto se volvió algo muy útil.

con el tiempo provoque a los mayores para recibir palizas, por mi resistencia al dolor estás no me eran un problema severo..........hasta cierto punto, era lo más fácil para analizar mejor como atacaban, se coordinaban, lograba ver quién era el más fuerte, sus fortalezas y debilidades también, además ayudaba a qué mi adaptabilidad mejorada.

No sé cuánto tiempo a pasado, creo que ahora tengo 14 o 15 años, ya da igual, el entrenamiento sirvió de algo, me hice más grande y fuerte, por más que quería mantenerlo a escondidas se dieron cuenta, aún quiero que piensen que soy pacifista, ayuda a que se confien. ya va llegando la fecha, quiero hacer algo especial.

Los pandilleros del orfanato cómo le decimos, vinieron a extorsionarme, más a la defensiva al ya no ser ese pequeño, pero con el ego sobresaliente y enseguesado por sus números me ayudara mucho para lo que viene, está vez será diferente por fin después de tanto tiempo lo podré hacer, hoy saldré de este infierno al que llamo hogar.