EL ABISMO DEL DESEO ©

𝒞𝒶𝓅í𝓉𝓊𝓁𝑜 2 : 𝒫𝓇𝒾𝓂𝑒𝓇 𝓇𝑒𝑔𝒶𝓁𝑜

𝐏𝐑𝐈𝐌𝐄𝐑 𝐑𝐄𝐆𝐀𝐋𝐎
Madeleine Miller
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—Siéntese—ordena el General antes de darme la espalda

Obedezco y espero impaciente la razón por la cual me han convocado inmediatamente. La atmósfera en la oficina del general es tensa. El olor a tabaco impregna el aire mientras muevo mis pies inquieta

—Harry se encuentra en el hospital—me levanto del asiento involuntariamente mientras me observa con atención—¡Siéntese, teniente!—ruge el general, sus ojos negros centelleando con intensidad

Titubeo, pero obedezco sin pronunciar alguna palabra. Quiero gritar, preguntar qué ha sucedido, pero la autoridad del general me mantiene en silencio. Trago saliva y me muerdo el labio inferior, esperando más información.

—Harry estaba en su hotel cuando nos llamaron desde la recepción. Necesitaba hablar urgentemente con usted. Una ambulancia lo recogió; estaba en mal estado, y aún no sabemos con certeza qué fue lo que pasó.

Mi corazón late con fuerza mientras absorbo la noticia. La imagen de Harry en una ambulancia y en estado crítico me llena de angustia. Ya perdí a Marisela, y no soportaría perderlo a él también. Quiero salir corriendo hacia el hospital, pero la mirada intensa del general me mantiene firme en el asiento.

—Teniente Miller, no puede abandonar su posición aquí. Hay protocolos que seguir. Ahora, escuche bien—advierte el general, su tono autoritario resonando en la habitación. —Estamos investigando la situación. Debe mantener la calma y esperar a que le informemos sobre la condición de Harry. ¿Entendido?

Asiento con un nudo en la garganta, con la menta llena de pensamientos preocupantes. Mientras el general continúa dando instrucciones, lucho por contener las lágrimas y la impotencia que crece en mi interior. Mi único deseo en ese momento es estar al lado de Harry, sin importar las reglas o protocolos.

—Si me permite general...

—¡He dicho que no! —grita levantándose del asiento

—En Hawái hemos sido atacados por una banda criminal, más de cinco personas con capuchas evitando poder ver sus identidades—el general intenta pronunciar algo, pero continúo hablando—Marisela y Harry se encontraban conmigo en el hotel, asesine a varios de los sujetos, pero cortaron la garganta de Marisela frente a nosotros. Mi madre murió desangrada en los brazos de su esposo. ¿Y está negándome la libertad de saber su estado, después de todo lo que hemos pasado? —veo como aprieta su mandíbula—Es algo irracional de su parte general, ya perdí a mi madre y no me permitiré perder a mi padre. Así que métase su incompetencia por donde le quepa

Tumbo la silla con toda la intención del mundo. Antes de salir veo a Elijah con los ojos desorbitados acercarse al escritorio del general

—General, solicito permiso para entrar... —intenta hablar el Capitán, pero se calla de inmediato al ver el rostro endurecido del general

—¡Largo! —estrella sus puños en la mesa fulminándome con la mirada

—Gracias por su compresión general—me despido con el debido saludo militar antes de salir de aquel sitio con una sonrisa victoriosa

Avanzo con pasos apresurados al escuchar al general maldecir a Elijah por culpa de nuestra discusión. Antes de poder dar otro paso, alguien me sostiene y capto mi atención en el Capitán

—¿Elijah? —inquiero zafándome de su agarre

—El general te dio una orden y debes cumplirla—su rostro está inexpresivo por lo que suelto una risa que le hace fruncir el ceño