𝓗𝐄𝐋𝐋𝐈𝐒𝐇 𝐋𝐎𝐕𝐄 ─── 𝖫𝗎𝖼𝗂𝖿𝖾𝗋 𝖬𝗈𝗋𝗇𝗂𝗇𝗀𝗌𝗍𝖺𝗋.

𝗢𝗢𝗢. 𝖯𝗋𝗈𝗅𝗈𝗀𝖾

─ CAPÍTULO ─
CERO

“PRÓLOGO”

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𝓔rase una vez un reino resplandeciente protegido por puertas doradas, llamado el cielo. Estaba gobernado por seres de pura luz, ángeles que adoraban al bien y protegían a todos del mal.
Lucifer era uno de estos ángeles, era un soñador con ideas fantásticas para toda la creación, pero fue visto como un alborotador por los ancianos del cielo, ya que sentían que su forma de pensar era peligrosa para el orden del mundo. Lucifer vio como los ángeles expandían el universo a su manera.

Del polvo de la tierra crearon a Adam y Lilith, ambos con igualdad de condiciones en el mundo, pero no fueron los únicos, Dios creo a su primera y única hija, Elizabeth, una hermosa Serafín que solo quería la paz para todos en el mundo. Lucifer atraído por sus sueños y valentía, la vió y los dos soñadores se enamoraron profundamente.

Lilith escapo del jardín negándose a someterse a la voluntad de Adam, pero fue encontrada y castigada por sus actos. Los dos ángeles soñadores quisieron compartir la magia del libre albedrío con la humanidad, ofreciendo el fruto del conocimiento a la nueva esposa de Adam... Eva que aceptó encantada, pero este regalo trajo una maldición, con este único acto de desobediencia el mal se abrió paso en la tierra, con el un nuevo Reino de oscuridad y pecado. El orden que el cielo había trabajado, se hizo pedazos.

Como castigo por su imprudente acto, Dios arrojó a Lucifer al oscuro abismo que el mismo había creado, manteniendo a Elizabeth en el cielo negándoles para siempre estar juntos, pero eso no los detuvo, Lucifer volvió por su amor y con un beso la hizo cometer un gran pecado, besar al rey del infierno, Dios por primera vez en su vida se compadecio de su hija, su única hija, permitiéndole ser feliz, enviandola con su amor al infierno.

Pero nunca podrían ver la bondad de la humanidad, solo crueldad y malicia, avergonzado, Lucifer perdió su voluntad de soñar... Pero Elizabeth próspero, empoderado a los demonios con su voz y sus canciones, y a medida que el número de demonios crecía, también lo hacía su poder, amenazados por ésto, el cielo tomó una desicion despiadada. Que cada año enviarían un ejército, una exterminación, para asegurarse que el infierno y sus pecadores nunca pidieran sublevarse.

Pero la esperanza de Elizabeth permaneció, transmitiendole sus sueños a sus preciosas hijas, la princesas del infierno...

Ashley Morningstar y Charlotte Morningstar