Ojos dorados y aguas saladas.

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Así que, ese misterioso poder místico terminó siendo… un poco más de lo esperado.

La subestimación del milenio.

La Familia Demon Bull tenía el mundo en la palma de su mano, pero eso no fue causa de celebración. Poseído por una fuerza que ni siquiera su padre podía vencer, Demon Bull King estaba totalmente preparado para eliminar a Princess Iron Fan y a Red Son, sus crueles acusaciones de que él fuera un traidor, eran casi igual de dolorosas que sus arranques. Red Son sabía que su padre era un demonio fiero y enojón, pero ver ese puño apuntando en su dirección le generó un miedo que nunca imaginó que experimentaría ni siquiera en sus peores pesadillas.

El sucesor de Sun Wukong, Monkie Kid, golpeó tan fuerte a Demon Bull King, liberándolo así del monstruo que tenía atrapados su alma y cuerpo. Pero, sin todo ese poder, los bull clones se convirtieron en meramente pedazos de chatarra. La guarida de la Familia Demon Bull parecía caerse a pedazos a causa de la batalla. No había manera de que pudieran mantener su reinado, así que con un soplar del viento, dejaron atrás su trono.

La Familia Demon Bull se desplazó hacia el oeste, tratando de encontrar un nuevo terreno que pudieran rentabilizar apropiadamente. No tuvieron los recursos para tratar de conquistar el reino de los mortales nuevamente por un tiempo, pero francamente, Red Son no creía que nadie lo tuviera en mente por el momento. A pesar de la humillación que fue su derrota y la destrucción de su guarida, esa pérdida no atormentaba a la Familia Demon Bull.

Las manos de Princess Iron Fan nunca se alejaron de las de su esposo, constantemente las acariciaba para comprobar que él seguía ahí, que no se había ido. Vieron como esa fuente de poder dejaba a DBK y se escurría entre las grietas en la tierra, pero aún así mantenía cerca a su esposo, murmurando tan bajo para que Red Son no pudiera escuchar. Él nunca había visto este tipo de vulnerabilidad en su madre, sus brazos entrelazados en el cuello de su marido mientras lo miraba tiernamente. 

Su padre también estaba vulnerable. Alzando sus hombros cada que su esposa le hablaba e inclinándose para estar a su misma altura. Aún después de ser derrotados por Monkie Kid, su padre nunca se vió tan pequeño como lo hizo días después de que esa misteriosa fuente de poder lo poseyera, pasando su mano por el cabello de Princess Iron Fan y dándole besitos en la mejilla que se había lastimado. 

O tal vez Red Son estaba proyectando sus propios sentimientos de miedo y vulnerabilidad en sus padres. Tal vez él era quien estaba vulnerable ahora, sentado en su taller y temblando como una hoja por tan sólo pensar en la ira de su padre. 

Nunca pensaría siquiera en irse del lado de sus padres. Pero, ¿acaso eso importaba? ¿Cuál, funcionalmente, era la diferencia entre un traidor y un fracasado? Al final del día, ambos eran obstáculos para el sueño de su padre. Ambos debían ser removidos inmediatamente para asegurar su victoria. 

El hecho de que esa fuente de poder se había apoderado de la mente de su padre rápidamente se hizo claro. En el momento que su padre comenzó a acusar de traidora a su madre, Red Son inmediatamente se dió cuenta que algo no estaba bien. Pero aún así, esas palabras no salían de su cabeza, pegajosas y frívolas. Tenía razón, ¿no es así? Red Son saldría de la guardia revoloteando su capa, y regresaría con nada más que fracasos y decepciones. Al final, Red Son y su madre ni siquiera fueron los que salvaron a su padre, lo mejor que pudieron hacer fue ayudar al verdadero héroe, a Monkie Kid.

Red Son deseaba estar más enojado consigo mismo por aliarse con Monkie Kid, por potencialmente endeudarse a él y a su familia con el enemigo. Pero, ¿realmente? Estaba agradecido. Ese día la Familia Demon Bull se encontraba rota y frágil. Princess Iron Fan y Red Son ya se encontraban débiles por pelear con DBK, y DBK ya se había convertido en su enemigo número uno. Con unos pocos movimientos de su bastón, Monkie Kid pudo haberse deshecho de la tan grande amenaza que era Demon Bull King con facilidad. Pero en lugar de eso, el Chico de los Fideos liberó a su padre de su posesión, destruyendo los contenedores que habían atrapado su mente. En un cruel cambio de el destino, ese pequeño bribón había salvado a su familia de derrumbarse.

Un Jardín A Través de Nuestras Clavículas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora