Princesa & Guardia [Chaesoo]

1

La rubia trago saliva cuando el maleante la mencionó.

-¿Porque quieren mi vida?. -pregunto sin mostrar su miedo.

-Es una venganza por los años de miseria que hemos pasado. -el hombre acercaba cada vez mas el cuchillo a ella.

-P-puedo hacer que ya no sean tan miserables. -el hombre río.

-No, queremos que los reyes sufran al perder a su hija.-estaba a punto de herir a la rubia cuando otro cuchillo golpeó su mano, ocasionando que el cuchillo de el maleante caiga al suelo.

-!¿Quién mierda hizo eso?¡. -Gritó furioso.

-Dejen a la princesa en paz y seremos amables con ustedes. -desenvaino la espada que su padre (antiguo jefe de la guardia) le había regalado, era un tesoro preciado. -tengan en claro que están advertidos. -Lisa sacaba la arma que mejor usaba después de la espada, tenia dos cinturones llenos de cuchillos, uno en su cintura y el otro cruzando desde su hombro hasta su cadera.

-¿Quien se creen idiotas?. -preguntaba igual de furioso mientras el otro tipo no decía nada. La rubia miraba con los ceños fruncidos, la pelinegra le parecía familiar.

-Oh, donde están mis modales, soy Kim Jisoo. -la rubia y castaña abrieron los ojos al reconocer el apellido de el antiguo jefe de la guardia real. -y ella es Lalisa Manoban. -presento a la rubia. -¿reconocen su apellido?. -"Manoban", el apellido de los cazarrecompensas mas temidos y queridos de todo el reino.

-¿Porque una cazarrecompensas protege a la princesa?.

-Eso no te interesa. -respondió la rubia mirando amenazante a los hombres.

-Escuchen dulzuras, son muy lindas y de nuestro tipo. Dejemnos hacer esto y luego salimos ¿vale?. -las chicas alzaron las cejas para luego reír.

-¿Disculpa?, lamento desilusionarte pero lo que ustedes son, no nos interesa. -la rubia asintió dándole la razón a la pelinegra.

-¿Y que somos nosotros?.

-Hombres... -los chicos se miraron confundidos y con los ceños fruncidos. -Saben que, mucha charla. -no dejo tiempo de reaccionar a los hombres cuando ya tenia a uno con la espada rozando su cuello y la rubia estaba ahorcando a el otro tipo con su brazo.

-De acuerdo, las dejaremos solo...no nos lastimen. -la pelinegra dudosa miro a la rubia.

-No Jisoo, si quieren lastimarlas no se detendrán. -el tipo estaba dejando de respirar en manos de la rubia. -Majestad. -se dirigió a la princesa. -usted decide que hacemos con ellos.

-Mantengalos bajo control y los llevaremos al palacio, ahí decidiré su condena. -las chicas asintieron y amarraron a ambos chicos de pies y manos, la princesa y su acompañante quedaron boquiabiertas cuando ambas chicas los alzaron colocándolos en sus hombros,¿cuanta fuerza tenían?.

-Después de ustedes. -se inclinaron levemente dejando pasar a ambas doncellas. Lisa prestaba mas atención a la castaña.

-Jennie, ¿mis padres tienen que saber de esto?. -preguntó.

-Si alteza, es necesario para ellos saber si hay personas que quieren revelarse a la corona, como ellos. -aclaró la castaña.

-!Por favor, piedad¡. -suplicaba el pelinegro.

-No pidas piedad cuando tu no quisiste darla. -respondió su amigo el cual no había dicho nada hasta ahora. -no debí dejar que me convencieras de esto. -suspiro pesadamente. -Si de algo sirve majestad, lo siento mucho y acepto mi castigo, como debe ser. -la rubia fue detrás de la pelinegra para ver a el chico castaño.

-¿Cual es tu nombre?. -preguntó.

-Jackson, Jackson Wang. -respondió.

-ya tengo tu condena Jackson. -el castaño asintió cabizbajo. -5 días en el calabozo. -el castaño levanto la mirada. -y para tu amigo...mi padre lo decidira.

-!No por favor piedad¡. -suplicaba.

-!Cierra la boca Kai¡.-gritó. -!debiste pensarlo mejor¡. -Silencio.

-Continuemos... -ordenó y siguieron su camino a el palacio.