Memoria 11

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-ya veo porque le ganaste a Marcos- dijo Malory con una sonrisa,¿estaba borracha?.
-eres una experta tras el volante,¿tu amigo vendrá con nosotros?-dijo señalando a Chase con su botella de ¿vodka?,mañana seguro le dolería la cabeza a más no poder,desde que llegamos no había dejado de tomar. Malory estaba siendo bastante calmada,pero muy borracha y eso me gustaba.

Me giré a Chase.

-que grosera soy- dije poniéndome una mano en el pecho.

-Malory,te presento al maestro de todo lo que se,Chase, él se encarga de esta zona por eso lo rete a correr sin problemas,Chase esta es Malory Henderson- él asintió con una sonrisa ladina.

Mi teléfono vibró en mi cartera y lo saqué;sin embargo era un mensaje de un número desconocido,con el pulso saltándome al cien,abrí la imagen.

Ese cuello,hombros,cabello rubio;la foto era bastante comprometedora,Luke estaba recostado desnudo en la recámara,su brazo se envolvía en la cintura de esa chica,baje y miré otra foto,ella estaba sentada en el lavabo mientras Luke de pie,se besaban con fuerza,ella había posicionado el teléfono para que se viera bastante claro lo que hacían,la reconocí,era la chica que al final de las carreras besaba a Luke. La sangre me hirvió;yo sabía mejor que nadie,que él y yo no teníamos una relación o algún vínculo,me lo había follado una vez y besuqueado algún par,pero lo sentía tan mío.

Leí la nota al final de las imágenes.

*no te ilusiones chiquilla,solo han follado una vez,se han besado un par,¿crees que se vería comprometido a buscarte si no fuera por negocios?*

Apreté el teléfono bastante incómoda,Malory lo había notado,me giré a ella y le sonreí.

-¿sabes que?,me encantaría que mi "amigo" viniera conmigo- le guiñe un ojo a Chase.

Oh no,debía comenzar a ser más como Chelsea y no dar segundas oportunidades,no éramos nada,no podía perderlo si no me pertenecía,pero era bastante posesiva y no me gustaba andar compartiendo el mismo hombre con cien más,preferible ligarme a las cien más que a un hombre.

Malory levantó una ceja y negó lentamente.

-Adriana,no hagas algo que el día de mañana te vayas a arrepentir- dijo mirándome seriamente. Suspiré y miré hacia el techo,cuenta hasta cien,al derecho y al revés.

-Estaré bien M- dije calmandome,había contado hasta cien mentalmente al derecho y revés. Vaya que me costaba controlarme,pero no me quedaría así.

Odiaba cuando las personas me provocaban infravalorando de lo que yo era capaz de hacer.

-regresémos adentro - dije siguiéndola,me acerqué a la barra y pedí dos bebidas iguales,le extendí una a Malory.

-es...me enoja que me sobre estimen,a ciertas personas les gusta provocarme,y creen que me quedare quieta- solté un suspiro frustrada y negué.

-creo que es como un instinto femenino,el decir "retame a un juego con tus reglas y yo te mostrare las mías,eres el hombre pero la última palabra la tengo yo"- dije mirándola de reojo,Malory soltó una risilla.

-me parece increíble lo bien que manejas las cosas- ella miró a su alrededor y soltó un suspiro,poniendo su botella al centro de la barra de una forma bastante relajada.

-mañana me regresaré a Boston,puedes quedarte aquí si quieres,Italia está muy tranquila a comparación de América del Norte pero siendo sincera me encantaría que vinieras a Boston- se giró hacia la barra y pidió otro trago,miré la botella que estaba en la barra,vacía,levante una ceja y me pase la lengua por el labio inferior.

En memoria de Adriana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora