Finalmente había llegado el día siguiente, Harry se sentía demasiado pleno, feliz y motivado, se había podido abrir a tres de sus más fieles amigos, después de Ron, había hablado con Hermione y seguidamente, una noche antes del actual, Neville, Hermione y Ron se habían reunido con él en la privacidad de la sala común.
—Seré sincera, Harry, estoy segura de que también le gustas a Draco. —Susurró emocionada. —Y aquí entre nos, Pansy también lo sospecha.
—Son muy obvios, la verdad. —Concordó Neville.
—Yo soy muy ciego en eso, amigo, pero yo creo que te irá bien. —Dijo Ron con un pulgar arriba en forma de apoyo.
Se miró en el espejo por quinta vez, respiro hondo, sonrió para incentivarse, aunque tenía tanto miedo, le fue imposible armarse de esperanzas, ya no veía tan lejano el estar con Draco. Sentía una ansiedad emocionante en su estómago, pensando que quizás el día de mañana podrían ser más que amigos.
—Te ves bien, Harry. —Le felicitó Hermione cuando lo vio salir de la sala común.
—Gracias, Mione.
—Suerte, amigo. —Dijo Ron.
Asintió nervioso y se acomodó el abrigo. Tenía un pantalón sencillo de mezclilla azul oscuro, botas negras y su abrigo de igual color, tenía puesta una bufanda que Draco le había regalado hace dos navidades, la había atesorado con cariño desde ese entonces y esperaba con anhelo que Draco notará que la tenía puesta.
Caminó hasta la oficina de McGonagall, la mujer estaba sentada en el escritorio leyendo algunos documentos junto con sus lentes de media luna.
—¿Listo, señor Potter? —Habló la mujer. —Debes saber que hago esto solo porque eres del mundo muggle y comprendo la presión que has tenido estos años por ya sabes quien, así que haré esta excepción.
Harry asintió y en ese momento el sonido de la puerta se escucho, volteó emocionado a ver a Draco quien estaba entrando, se veía bien, con un saco negro, pantalones de igual color y zapatos blancos perfectamente lustrado, miró a los presentes e hizo un gesto con la cabeza para saludar.
—Tengan. —Se acercó la mujer para darles dos bolígrafos. —Están encantados, así podré saber sus ubicaciones por si pasa algo. Recuerden que tienen solo 3 horas para regresar, así que los esperaré aquí.
Los chicos asintieron y entraron a la chimenea, usarían la conexión red flú. McGonagall los despidió y desaparecieron para de repente aparecer en el caldero chorreante.
Salieron de allí dentro, no había tanta gente en el bar así que solamente saludaron al dueño y se marcharon.
Harry intentaba contener la emoción.
—¿Nunca habías venido al mundo muggle, cierto?
Draco negó con la cabeza mientras miraba la calle con atención, viendo los atuendos de las personas y el cómo usaban una pequeña caja entre sus manos que parecía tener luces dentro.
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¡¿Mejores amigos?! [TERMINADA]
FanfictionDraco solamente había estado el primer año en Hogwarts hasta que fue transferido a Durmstrang y desde ese momento, no se sabía nada más de él además de algunos rumores entre los estudiantes. Eso hasta que regresa en el sexto año y todos sienten que...