05.

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Tom.

Bajé a la recepción del hotel, mirando la foto de Venus por millonésima vez en el día.
Casi tropiezo con un adorno de cerámica que estaba cerca de donde yo, pero por suerte logré esquivarlo, así no tendría que pagar por esa cosa tan rara que tienen como decoración.

Le sonreí en disculpa al recepcionista, quién solo rodó los ojos y siguió con lo suyo.
Mordí mi labio inferior y de todas formas me acerque a él.

—Hola —lo saludé. El chico alzó la vista, y puse su atencion en mí.

—Hola, ¿en qué puedo ayudarte?

—Me preguntaba si... —abrí la foto de Venus y se la mostré al empleado —¿Usted sabe dónde está este parque?

El chico miró un rato la fotografía, y no tardó mucho en asentir.

Simón, —no se qué dijo, pero cómo asintió supuse que sí sabía —no está muy lejos de aquí, en realidad. —siguió hablando en inglés, y uno muy bueno —Mira, ¿puedo...?

Le dí mi celular y él se encargó de mostrarme la dirección, una vez que me devolvió el teléfono yo le mostré mi gesto más agradecido.

—¡Sí! —festejé cuando me dí cuenta que estaba a tan solo quince minutos —¡Wuu! ¡Voy por ella!

Y salí corriendo.

Mientras salía del hotel, me quedé pensando en cómo iba a saber si ella se encontraba ahí justo en este momento, pero no me importó, la verdad. Iría todos los días solo para sentarme en una banquita con un helado y rezar para que ella se apareciera.

No tardé en visualizar el mismito lugar que ví en la fotografía de aquella noticia; el chico sí que tiene buen ubicado todo.

La verdad es que iba viendo a todos lados con una paranoia increíble, que no me di cuenta cuándo un cuerpo estampó contra mí de forma brusca e inesperada. Caí sentado el suelo, mientras que el ser que había chocado conmigo había caído mucho peor porque iba a una gran velocidad en una patineta.

Levanté la vista para toparme con ella.
Era ella.
La misma.
Con el cabello igual de reluciente, incluso un poco más corto, ahora que la veo en persona.
La piel morena y bronceada.
La mirada destellante y curiosa.
Los labios bien delineados; me daban tantas ganas de alzarla con mis brazos y besarla justo en aquel momento.
Hasta que recordé lo peor... No se acuerda de mí.

Venus no me reconoce. Solo noto cómo frunce su ceño y comienza a hablarme en su idioma natal. Y es tan rápido qué no logro entender absolutamente nada. Solo se que está furiosa.

Reaccione cuándo ella dejo de hablar y se detuvo a mirarme. Carraspeé antes de decir:
—Déjame ayudarte.

—Guao, pensé que no hablabas. —me respondió. Ahí supe que efectivamente recordaba el inglés, y seguía siendo tan benditamente perfecto —Me sentí mal cuándo te pregunté si eras mudo. Es que lo hice medio burlón —reí ante eso, apesar de que no entendía nada y estaba más nervioso cómo nunca lo había estado. Cuándo me levanté, enseguida extendí mi mano hacia ella ,esperando que la tomara porque ansiaba volver a tocarla; aunque pareció muy dudosa. Finalmente ella negó con la cabeza y se levanto sola, dejándome un poco decepcionado —Perdón, es que tengo las manos hechas un desastre.

—Fue mi culpa, en serio, perdón —volví a disculparme.

Es impresionante cómo simplemente mi corazón salto cuándo la vió de nuevo, o cómo mi mirada brillo y mi rostro se iluminó.

La recordaba igual de hermosa cómo el día en el que se marchó.

—Pues eso ya lo sabía —ella me sonrió, mostrando aquellos hoyuelos que me seguían volviendo loco —Soy Vee.

¿𝐒𝐄𝐗 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐆𝐈𝐑𝐋𝐒? -ᴛᴏᴍ ᴋᴀᴜʟɪᴛᴢ-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora