Capítulo IX: La muerte del Faraón

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Si Atem ya se encontraba con un mal humor, esto lo empeoró

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Si Atem ya se encontraba con un mal humor, esto lo empeoró.
Aknamkanon, el Faraón, el padre de Atem, murió.

Se sabe por parte del consejo que él y su hijo partieron a "ver a los dioses egipcios" desde que solo él supo que Aknadin, el hermano del Faraón, usó almas humanas para fabricar los artefactos del milenio, el Faraón quiso tomar la responsabilidad de los actos inhumanos de su hermano y de rodillas le pidió a los dioses que la culpa no recayera en su hijo, solo en él, cualquier castigo él lo tomaría y lo aceptaría sólo para ver a su hijo libre de cualquier peligro.
Los dioses aceptaron las plegarias a cambio de su vida, justo frente a su hijo y eso lo cambió por completo.

Tal vez no lo pareciera, pero Atem siempre fue alguien amable, un niño soñador que pasando el tiempo fue viendo la realidad en la que vivía, su forma de actuar no había cambiado demasiado hasta que Lapis apareció, incluso Mana se lo hizo notar pero a Atem no le importó, la pérdida de su padre lo llevó a cambiar definitivamente.

Mana y Lapis le demostraron sus condolencias pero a Atem no le importaba. Su padre era alguien muy amable, soñador igual que él, buscaba que su pueblo siempre estuviera bien y lo cuidaba más que nunca desde que su madre falleció y un "lo siento por tu pérdida" no iba a ser suficiente para el dolor con el que carga.

—Mana, ¿No podemos hacer algo más por él?

—No... Creo que no.

—Tú lo conoces mejor que nadie, Mana.

—Lo sé, pero jamás lo vi así.

Ninguna de las dos sabía, y ahora lo estaban preparando para ser Faraón. Por su edad era que aún no podía tomar el mandato totalmente, el consejo se estaba encargando mientras Atem estaba listo. Con dieciséis años los tres, ya habían llegado a la edad en la que eran vistos como adultos. Ya no eran niños en el Antiguo Egipto.
Lapis pudo ser una civil más querida por varios en el palacio por su cercanía con Atem y Mana después de demostrar por mucho tiempo después que no representaba ningún peligro para la realeza por permitirle acceder al palacio... Pudo ocultar su relación con Bakura que no iba más allá de una amistad muy extraña por parte de ella, pero el peliblanco hacía crecer la furia de ella contra quién había dado la orden de asesinar a su familia. A pesar de estar en contra de hacer el mal, su corazón no podía evitar tener un resentimiento y un gran odio en contra del líder anónimo que terminó con la vida de su familia... Ella era tranquila, pero cuando en sus pensamientos aparecían recuerdos de Ramla, era que odiaba aún más que había pasado, Bakura estaba alimentando el odio de ella para crear el monstruo más grande y oscuro que podría imaginar y usarla en el futuro, pero mientras, ambos seguían viviendo en "armonía".

Lapis se enteró donde se encontraba Atem. Estaba en su habitación, entonces ella planeó hacer algo para él.

—Mana, necesito de tu ayuda... ¿Dónde hay un benet que pueda usar?

—¿Sabes tocarlo?

—Sí, pero hace mucho que no lo uso... Desde que llegué aquí.

—¡¿Por qué no lo dijiste antes?!, ¡Es genial!

En esta vida | Primera Parte [ Atem / Yami Yugi | Seth ] ( Yu-Gi-Oh! )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora