Carta 8

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Susurré tu nombre para empezar a contarte los latidos de mi corazón e irónicamente estaba terminándote. El tiempo.. puse al maldito tiempo en lugar de mí.

'No puedo hacerte perder el tiempo'. Es la frase más estúpida que creía no decir.

Sin embargo, la verdad fue el contexto. La historia detrás de las cortinas fueron de colores.. Cada vez dudaba más de mí y cada vez era más certero alejarme de ti.

Tú eres perfecto. El problema no fuiste tú y sé que tampoco yo.

El dolor estaba en mi corazón. Cuando creció la duda en mí y se alimentó de disfrazadas respuestas.

'Solo estás cansada', me decía.

'¿Merece esto de ti?', era aquella duda.

'Merece la mejor versión de mí', decidí.

Era cierto. Pero, cometí un error... Me lo creí.

Traté de volver, pero no pude regresar. Ya no me esperabas y yo ya no tenía pasos..

Te obsequié mi corazón que jamás te llegó.

Ahora esta sellado sobre una piedra sin remitente.

Y por fin todo se detuvo.

Para B.C ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora