Satoru no ama a su marido. Se repite eso todos los días. No lo ama y nunca lo hará.
Yuuji sufre las consecuencias.
◇ Los personajes no me pertenecen, son creación de Gege Akutami.
Este capítulo iba a ser más largo pero lo turnos en el hospital me han tenido un poco loca.
Mira las notas finales al terminar de leer. ❄️
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Un beso. Su primer beso está siendo tomado por Yuuta y la realización le quita literalmente el aliento.
No se dio cuenta en que momento cerró los ojos, tampoco sabe en qué segundo Yuuta lo acercó un poco más. Sabe que es inexperto en esta área y tiene miedo de arruinarlo, cree que Yuuta puede leerlo sin decirle nada así que simplemente sigue su ejemplo lo mejor que puede.
Siente una de sus manos recorriendo su cabello con algo más que apremio, su palma viaja también por su mejilla y cuello, deteniéndose en la curvatura que lo conecta a su hombro para profundizar un poco más el beso.
Abre la boca por instinto y su siguiente pensamiento es que esto es embriagador, muy embriagador. En especial cuando siente como Yuuta acaricia sus labios y en el siguiente movimiento colisiona con el sabor de su lengua. Yuuji no puede pensar en otra cosa más que en eso así que devora todo a su paso y le permite a Yuuta tomar todo lo que quiera.
Por un momento no sabe que hacer con sus manos pero la respuesta viene cuando Yuuta lo gira lo suficientemente para dejarlo de espalda y con aquel movimiento robarle el aliento otra vez. Yuuji aterriza una de sus manos en su cintura mientras la otra transita hasta llegar hasta su cara. Yuuji cree que respira después de casi diez minutos en un beso que no desea acabar. Siente el aliento de Yuuta chocando contra su boca y cree que no pueden seguir tan separados así que lo acerca otra vez a sus labios.
Esta vez intenta ser un mejor estudiante y trata de copiar todo lo que intenta enseñarle. Es así como aprende a manejar la velocidad en el movimiento de sus labios cuando el impulso le hace querer abarcar un poco más. Yuuji saborea todo a su paso y deja que su lengua lidere su búsqueda con el poder que le han encomendado.
Yuuta lo besa mientras acaricia apaciblemente su cabello y es tan lento que Yuuji absorbe mejor este descubrimiento. Necesita más de lo que sea que sea esto, así que por instinto aprieta su cintura y siente su peso aterrizar en su propio cuerpo. Yuuta rompe el beso con un sonido que nunca había escuchado y lo mira a los ojos, Yuuji cree que es lo más hermoso que ha oído jamás así que le roba otro beso para grabar ese sonido otra vez en sus recuerdos.
[...]
Okkotsu no puede categorizar los conocimientos nuevos que va adquiriendo en un solo beso.
Uno de sus muchos pensamientos mientras prueba esos labios es que él fue el primero. Y es un razonamiento egoísta pero lo ignora porque quiere que esto solo sea para él.
Yuuji es atrevido en su aprendizaje así que permite que lo mantenga en donde se encuentra: arriba suyo luchando con la exploración de que esto lo terminará acabando por completo. Y quiere que no sea figurativamente pero no puede prometer lo que no se le permite controlar.
