Capítulo 5

4 4 0
                                    


Su compromiso. Su maldito compromiso con Sam Miller era una de esas cosas que prefería ni recordar, pero desgraciadamente allí estaba esa absurda realidad en la que matrimonios concertados y compromisos forzados tenían lugar en pleno siglo veintiuno.

Su familia era enteramente de betas, ambos padres betas y su hermano mayor también lo era. Pero Winter no, Winter nació omega, presentándose tardíamente en realidad no tomó a nadie por sorpresa cuando omega fue su designación.

Hasta el día de la ceremonia en que fue anunciada su naturaleza omega, su hermano mayor fue bueno con él.

Luego de aquel extraño día repleto de sueños y pesadillas en los que su animal interior le hablaba, aterrándolo, un joven alfa llegó y se presentó frente a él como su prometido.

Un matrimonio arreglado desde el nacimiento, un bebé prometido a convertirse en el joven y bello omega que uniría a ambas familias.

Sus padres y hermano estaban encantados con la idea de que Winter fuera un omega, puesto que en la sociedad en la que vivían a nadie le importaba demasiado un simple beta. Pero un beta que había procreado un hermoso omega que se casaría con un importante alfa y le daría cachorros sí era importante.

Por eso Winter fue comprometido al instante contra su voluntad, fue obligado a aceptar que un alfa al que no conocía iniciara un proceso de cortejo que realmente no deseaba. Fue instruido por su hermano para comportarse como un omega de bien, y a mantener su castidad hasta el día de la unión ante las orgullosas familias de ambos, puesto que su virginidad debía ser tomada por su futuro esposo única y exclusivamente.

Winter no quería casarse con ese imbécil alfa, Winter no quería verse obligado a aceptar sus regalos, sus intentos de citas ni sus indeseadas visitas.

Pero lo que Winter menos quería era ser usado por su propia familia como catapulta para entrar en la sociedad de castas. No era un objeto, no era una incubadora, no se casaría contra su voluntad ni le daría cachorros como el alfa tonto y su familia deseaban.

Pero sus padres no comprenderían eso, y su hermano mayor menos aún.

Por suerte o por desgracia, por desgracia seguramente, si hermano mayor estaba en la capital.

Winter sabía que Blake lo envidiaba posiblemente más de lo que lo quería. Sabía que su mejor amigo estuvo siempre tras el alfa con quien él estaba comprometido contra su voluntad. Sabía que la lealtad de Blake estaba única y exclusivamente, consigo mismo.

Aún así él pudo tener el amargo sabor de la traición en sus labios cuando, quién suponía era su mejor amigo le informó que había avisado a su hermano mayor sobre su ausencia durante la noche.

El resultado de la intervención de Blake, fue que Ben Clark tomara un vuelo inmediato hasta la capital, solo para verlo. O para interrogarlo y juzgarlo más bien.

Winter fue criado para obedecer. Su familia entera era una desagradable doctrina, y si hermano mayor no era la excepción.

Desde que Ben arribó, Winter fue arrastrado a un hospital especializado en omegas donde fue obligado a desnudarse y mostrar cada marca en su piel a un especialista, fue interrogado hasta que las palabras ya no salían de su boca, fue pesado y medido, le extrajeron muestras de sangre y su entrada fue examinada a detalle por un par de doctores.

Y Winter jamás creyó, que ser sometido a semejante humillación lo tendría tan tranquilo sentado en un banco exterior a la consulta esperando calmadamente los resultados mientras su hermano mayor caminaba de un lado a otro.

Winter quiso reír porque lo único que a su hermano le preocupaba era el riesgo de un embarazo que artuinara por completo los planes de su familia de prácticamente venderlo a Sam Miller. Porque son importar cuánto ese alfa se rehusara a dejarlo ir, jamás se haría cargo de un hijo impropio, menos aún del hijo de un reptil.

Euphoria /Omegaverse/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora