Mal Augurio

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En su camino al lugar donde verían el partido, Mattheo estaba asombrado por la cantidad de fanáticos que había, se podía observar la alegría y emoción que todos parecían sentir y compartir.

Él no sentía ni compartía lo mismo.

Apenas llevaban menos de 10 minutos y ya quería irse, no le gustaban mucho los lugares con demasiadas personas.

Toda esa multitud le hacía difícil de encontrar a Theo y Blaise, sin embargo, tal parece que su padrino y Draco no tenían el mismo problema que él en encontrar rostros familiares.

- "Cielos, papá. Nos tocó hasta arriba."- Fue la frase que sacó a Mattheo de su tarea de buscar a sus amigos.

El Riddle menor levantó su vista hacia las gradas sobre él y pudo observar que en ella se encontraba el famoso Trío Dorado junto con Weasley padre, cosa 1 y cosa 2, Weasley mujer y había alguien más con ellos. Mattheo lo ha visto por el castillo, es unos años mayor y, por alguna razón, no deja de ver a Mattheo.

- "Riddle."- Obvio San Potter no podía evitar no ser el centro de atención.

- "Potter."- Apenas iba a decir otra cosa cuando su padrino se le adelantó.

- "Pongámoslo de esta manera, si acaso llueve, serán los primeros en saberlo."- Soltó con burla Lucius.

-"Nosotros estaremos en el palco del Ministerio. El mismo Cornelius Fudge nos invitó personalmente."- Draco nunca perdía la oportunidad de presumir.

- "No presumas, Draco. Es gente sin importancia."- Cuando el grupo estaba por irse, su padrino impidió que Potter se fuera al sujetar su manga. - "Tú disfrútalo, mientras puedas hacerlo."- Sin más que decir, Lucius soltó al de gafas y este se fue seguido de sus amigos.

El chico desconocido le dedicó una mirada y una sonrisa antes de irse con los demás. Necesitaba un cigarrillo.

Luego de eso, los tres llegaron por fin al dichoso palco donde, además del Ministro y otros funcionarios cuyos nombres no se molestó en recordar, también estaban sus amigos faltantes. Theo fue el primero en correr y lanzarse para abrazarlo.

- "¡Matt!"- Dijo esto apretándolo en un fuerte agarre. – "Ha pasado tiempo, te extrañé."-

- "Theo, fueron sólo un par de semanas y, por mucho que te ame, amo más respirar, suéltame."- Mattheo estaba algo adolorido desde hace unos días. Tom había irrumpido en su habitación un día y lo obligó a practicar con él o, mejor dicho, Tom le lanzó hechizos sin parar y Mattheo, quien obviamente no era rival para su hermano, sólo podía desviar algunos y otros le daban de lleno. No fue un buen día para él.

- "Oye, yo también quiero abrazar a Matty petite."- Blaise lo separó de Theo y procedió a abrazarlo.

- "Deja de decirme así, Zabini. Tu mamá ciertamente no cree que sea petite."- La sonrisa de Mattheo creció y la de Blaise desapareció, Draco y Theo soltaron una fuerte carcajada al ver su cara.

- "Habíamos acordado que dejarían a mi mamá en paz."- Dijo serio Blaise mientras se alejaba de Mattheo.

- "No, tú acordaste. Nosotros no quedamos en nada."- Draco aún estaba riéndose mientras hablaba.

- "Por cierto, ¿dónde está tu pequeña mascota?"- Theo empezó a buscar entre la ropa de Mattheo.

- "Se quedó en casa de Draco, no quería arriesgarme a que algo le pasara o se perdiera tratando de tomar algo. Y no le digas mascota. "- Mientras Theo buscaba en sus bolsillos, Mattheo no pudo evitar recordar al pequeño escarbato que había rescatado hace un año.

La pequeña criatura que tenía por nombre Salazar, los chicos se rieron por horas cuando les dijo el nombre que había escogido, siempre estaba dentro de alguno de los bolsillos de Mattheo y, en raras ocasiones, en los de Theo. Salazar le había cogido maña a Theo y siempre le robaba algo o simplemente lo molestaba, era como si ambos compitieran por la atención de Mattheo, lo cual era ridículo.

Mattheo Orion RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora