Después De El

2

Taehyung

El capitán nos sonrió a ambos al subir al yate de mis padres.

—Buenos días, Joven Kim y Jeon —saluda estrechándonos su mano—. Felicidades por su boda.

—Muchas gracias.

El azabache no ha dejado de quejarse por este viaje que es nuestra luna de miel y sus únicas palabras han sido “tengo demasiado trabajo pendiente”.

—Que perdida de tiempo —lanza las maletas al piso.

—Pero es nuestra luna de miel.

—¿Y? —enarca una ceja—. No nos hemos casado por amor así que deja de soñar con que estaremos follando y derramando amor por el mundo.

—Podrías fingir que te importa aunque sea un poco.

—No lo haré —me aclara—. Es bastante agotador fingir con nuestros padres como para que ahora deba hacerlo contigo.

—¿Por qué eres de esa horrible manera?

—Ahora te quejas, Taehyung. Debiste haberlo hecho antes de decir “SI, ACEPTO” Arruinaste tu vida tu mismo así que no me intentes culpar por ser de está manera.

Me alejé de él para que no siga hiriendo mis sentimientos, me acuesto en la parte delantera del yate a tomar el sol mientras escucho música.

La vista hacia el mar es preciosa, a un lado pasó otro yate que tiene luces y se encuentran bastantes jóvenes disfrutando de una fiesta.

Quisiera tanto solo ser uno de ellos disfrutando la vida y cada momento como si fuese el último en mi vida.

Me repito continuamente que debo levantarme para buscar el bloqueador o más tarde me dolerá el cuerpo, pero mi cansancio emocional no me deja pararme.

—Hola —habla fuerte pará que lo escuche sobre la música.

Voltee asustado al no reconocer la voz.

—¿Quién eres? —levantó las cejas confundido.

Me encontré con la mirada penetrante de un joven de cabello gris que podría tener veintidós años, sus ojos son de un marrón, trae una oreja perforada y tiene un rostro de muñeco.

—Discúlpeme, Señor Kim Taehyung —habla formalmente con amabilidad—. Soy Jackson y mi tío es el capitán.

—Hola Jackson…

Me interrumpe con una pizca de preocupación en su mirada.

—Señor. Le ruego que no despida a mi tío, le prometo que no molestare.

—No te preocupes —le sonrió divertido por su preocupación.

—Señor…

Debemos tener la misma edad así que me molesta que me diga señor cuando eso no lo hacen ni en casa de mis padres.

—Te ruego que me dejes de decir “señor”, puedes llamarme Taehyung o Tae.