Amor de Calendario - Especial de San Valentín 2024

5 Halloween travieso

4 Sexualidad: el contacto físico, las ganas, el interés y el deseo deben mantenerse vivos. Solo lo permitan que esto se vuelva lo único importante en la relación 0.0 ¡Pilas! Posdata: ya están listos para San Valentín? ^3^ 💕🍫💘

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Botas altas con tacones de infarto, corsé de cuero bien apretado, una minifalda con crinoline que no dejaba nada a la imaginación, y por supuesto, un enorme sombrero. Elizabeth la bruja estaba lista para lanzarse contra sus enemigos, maldecir a los infieles y hechizar a su cita.

«¡No! ¡Olvida eso!», se regañó espantada de la última parte mientras terminaba de maquillarse. «No me visto así para impresionar a Meliodas. Lo hago para que pueda presumirme y cerrarle la boca a todos». La albina había hecho sus investigaciones respectivas, y según lo obtenido por su equipo de inteligencia, la situación era peor de lo que parecía. Era el hazme reír de sus ex-compañeros de fraternidad.

Meliodas y Zaneri habían sido pareja en la universidad, y al parecer, durante ese periodo él había sido el novio perfecto: fiel, responsable, dedicado. ¿Y cómo le pagó la otra? Engañándolo cada dos por tres. Parecía ser la típica relación tóxica donde ella lo traicionaba, él la perdonaba, y volvían para después repetir el ciclo. No entendía cómo una persona tan inteligente y sensata como él había caído en ese juego, ¿pero qué más daba?

—Si pudiera, me lo cogería en frente de ella para que vea lo que ha perdido —rugió feroz a su imagen en el espejo. Y al recordar que él ya la había visto a través de uno mientras tenían sexo, por poco pierde el control y se pica un ojo con el rimel—. ¿Qué me pasa? Eso quedó atrás. No ha sucedido nada desde junio, ¿por qué habría problemas ahora? —Si era sincera, no es como si en verdad no hubiera "pasado nada".

De vez en cuando la asaltaban fantasías eróticas con él. O como solía llamarlas, "pesadillas románticas". Se veía encima suyo con una camiseta de los "Caballeros de Castellio" y nada debajo. Se veía disfrazada con un traje de conejita, de espaldas mientras él le daba duro. Incluso había tenido una bizarra fantasía donde era un ángel mientras él la tomaba como demonio. Aquella apariencia tan sexy no la ayudaba a calmarse ni a ahuyentar los cachondos pensamientos que había estado teniendo.

—Ya basta. Esto no es para nosotros, es para espantar a aquella sádica —Y solo hasta que pensó en eso calmó sus confusos sentimientos. No sabía exactamente qué sentía por él, pero Meliodas se merecía toda su lealtad y apoyo—. Olvida el contrato. Él necesita este favor, ¡no le voy a fallar! —Se ajustó más su brasier para resaltar sus pechos, movió la falda para que se vieran sus mallas de red y, como toque final, se disparó una buena dosis de su perfume más seductor—. No hay bruja más malvada que yo.

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Decoraciones escalofriantes, música electrónica y comida temática. Halloween era, en definitiva, una de sus fiestas favoritas. Con tantas telarañas, murciélagos y calabazas a la vista, no podía evitar sentirse al mismo tiempo feliz y traviesa. El espíritu del "truco o trato" estaba en todas partes, y, cuando ellos llegaron, definitivamente la gente pensó en lo primero.

—Estás increíble —le susurró él al oído "imitando" un gesto sensual—. No hay bruja más bonita que tú.

—Gracias. Usted tampoco está mal, "conde" —No le estaba costando nada de trabajo fingir que le coqueteaba. La verdad era que él también estaba para morirse.

Ese traje de vampiro le sentaba como un guante, no tenía idea de dónde había sacado pupilentes rojos tan realistas, y sus prótesis dentales de colmillos brillaban cada vez que sonreía. El mismísimo Drácula no tendría nada que hacer al lado de él, y los dos se pavonearon por el salón como si fueran el rey y la reina de la noche. Sabían que estaba jugando un juego peligroso, pero igual no tenían nada que temer. Meliodas se había asegurado de que ninguno haría nada romántico invitando a cierta persona a que los acompañara.