I want you back || Blas Polidori

007

Inmóvil.

Era como se había quedado Aria, al ver a dicha persona a unos metros cerca suyo.
No se podía mover y es que si bien ya lo había visto, era totalmente diferente verlo ahora en su casa, en frente suyo y con su familia. No lo podía creer, como era que estaba ahí parado, y porque. No tenía vergüenza alguna en estar ahí después de la última vez.
Muchas emociones se hicieron presente en ese momento y Aria no sabía cómo reaccionar, estaba molesta de verlo ahí, quería gritarle y pegarle pero no podía, sabía que si se iba a su habitación sería descortés y su madre no se lo permitiría pero aún así no quería quedarse ahí, no podía. Así que maldijo internamente

-Bueno hija por fin llegas, pasa a sentarte-le dijo su madre

-Mira quien está aquí-dijo su padre

Quería llorar pero no lo haría y mucho menos en frente de él. No le daría ese gusto

Y es que sus padres no sabían porque se distanciaron tanto y pensaban que su enojo se les pasaría rápido como siempre y estarían bien, pero la realidad era otra.

Felipe observaba la situación y para calmar el momento incomodo que se había creado ya que la castaña no se imnuto a querer saludar a su amigo, el se acercó a ella.

-hey, hola me presento soy Felipe, podes decirme Pipe si querés-dijo con una sonrisa.

Aria salió del trance en el que estaba

-Aria, mi nombre es Aria-respondio

-mm hola aria-dijo el ruloso acercándose a ella, no sabía que hacer si debía abrazarla o darle la mano

-hola-dijo indiferente y se volteó.

-buenoooo, ya podemos comer que estamos todos completos- dijo su hermano

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La comida estaba muy buena y todos estaban disfrutando el momento, menos la chica ya que era super incómoda para ella, era la única que apenas había tocado el plato y no porque estuviera feo, sino que el hambre había desaparecido y todo era la culpa del susodicho quien estaba al costado de su hermano quién estaba al frente suyo y a su lado estaba el tal Felipe, y sus padres en los extremos.
Al parecer los padres no notaron el momento incómodo que se había creado  y siguieron conversando tratando de entablar una conversación con Blas y su amigo.

-No vas a comer-le hablo su hermano

-No tengo hambre- respondió mirándole

-Pues si es así, me pasas tu plato.

Ella asintió. Y le entrego el plato sin que su mamá se diera cuenta, ya que si no le gritaria por no comer. No paso desapercibido ante el ruloso, quien la observaba cabizbajo.

-mm oye me pasas el puré- le dijo Felipe quien estaba a su lado.

Ella lo observó y asintió.

-Cual, el de camote o papas- le dijo

Al final, el no tenía nada que ver y no tenía porque desquitarse con él, se había portado muy bien.

-Ambos-respondio-Aunque cual es más rico?

Aria rió

-Toma, probá ambos son ricos- le entrego los potes.

Felipe le hizo caso y se hecho ambos purés en su plato, y le gustó mucho

-Esto está ree bueno- dijo con comida en la boca

-Me pasas el puré-habló el ruloso tratando de obtener respuesta por parte de la chica, aunque no funciono.

Claramente lo había escuchado, pero se hizo la desentendida y puso su mirada en otra cosa.

Felipe quien escuchó, le pasó el pote de puré y el ruloso agradeció con una media sonrisa.

-Porque no has comido-le preguntó a la chica

-Ya comí algo afuera, es por eso-le dijo amablemente, lo cual era mentira.

Felipe asintió.

-Bueno pero te animas a comer el postre no?

-Veremos -respondió con una media sonrisa

-Tu hermano dijo que te gusta la tarta de chocolate y la compramos.

-Ah bueno si, podría hacer espacio.

-Y Blass quería cambiarlo-dijo mirando al mencionado

-Que decis Pipe, si la escogí yo-dijo

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El momento del almuerzo ya había acabado, y todos habían pasado a la sala, aunque la joven había querido retirarse no pudo. Los demás seguían charlando entre ellos y Aria estaba en un costado. De repente salvandola en esa ocasión sonó su teléfono, era Alex su novio, así que se disculpó y se levantó y fue a la cocina. Atendió la llamada y conversaron un rato, lo cual agradeció internamente. De pronto sintió una mano en su hombro y se asustó de quien pudiera haber sido pero era su mamá.

-Cariño que haces, vení que vamos a comer la tarta.

-Mama me asustaste.

La mamá saco la tarta del congelador y lo puso encima de la mesa, para luego acercarse a su hija.

-Todo está bien cariño- le preguntó

Aria solo asintió.

-Me refiero con Blas, note que no hablaron mucho, está todo bien hija.

-Si ma, no te preocupes.Anda lleva la tarta.

-Bueno, vamos.

Ambas fueron a la sala llevando la tarta, aunque la chica regresó a la cocina para llevar cubiertos y servilletas para comer, asi que abrió el cajón donde se encontraban para agarrarlos y ponerlos encima de la mesa. De pronto, una sensación de escalofríos sintió por su espalda...

-Aria, tenés un momento.