capitulo 10

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Capitulo 10

Año 109

Rhaenyra se encontraba furiosa, su padre la había obligado asistir a su estúpida casería para festejar a su medio hermano menor, Aegon. Como si un niño de dos onomásticos, le interesara hacer estas cosas, por lo que cuando llegaran a su destino, ella no dudo en salir primero de la maldita carroza, sin ni siquiera intentar en ayudar a la falsa reina a bajar de la carroza debido a que su gran estomago se lo impedía, para poder librarse de la presencia de su padre y la falsa reina, ya que la única reina que ella reconoce y obedece es su madre, quien por desgracia se había quedado en la fortaleza

Después de que se alejara de todos luego de haber tenido una discusión con su padre dentro de la carroza, solo regreso varias horas después con un animal muerto y ella llena de sangre. Algo que no le había agradado de todo a su padre, pero que a Rhaenyra no le podía importar menos.

Y suerte para ella, los tres días de esa ridícula festividad pasaron rápido, lo único que le alegro un poco esos días, fue que un hermoso ciervo blanco había aparecido ante ella a unas pocas horas después de que hubiera llegado con el animal que había cazado, algo que asombro a todos, algunos habían querido matarlo pero Rhaenyra lo había impedido, ya que un animal tan hermoso no merecería morir solo para complacer pequeño egos de los demás.

Cuando regresaron por fin a la fortaleza, Rhaenyra no cabia en felicidad, y cuando pudo irse sin meterse en problemas, no dudo en correr hacia su habitación. Debido a que tenía tres cosas importantes que hacer, la primera era ver si Dany había contestado su “carta”, ya que tal como había prometido, han estado en contacto todos estos años y en algunas ocasiones le envía algún tipo de regalo, los cuales varían tanto de valor monetario como de estilo. Algunas ocasiones le mandaba joyas o cualquier otro tipo de baratijas que creía que podría gustarle, entre ellas algunas que había hecho ella misma, lo cual Rhaenyra amo más que las mismas joyas, siendo su favorita una hermosa talla de madera de su Lobo Drogon y de su dragón Keres que parecieran haber sido hechos por un experto e incluso estaban bellamente pintadas, y le había prometido que cuando pudiera ver bien a Syrax le haría una de ella. También le mandaba algunos libros Valyrios como algunos con historias de Norte que creían que le interesaría mucho, y lo cual fue así ya que Rhaenyra los amo mucho y cada cierto tiempo los volvía a releer, incluyendo aquellos que contaban historias del Norte. Además también le manda diferentes tipos de vestidos, así como telas muy raras y únicas que conseguía en diferentes lugares de Essos para que le hicieran vestidos o ropa a su gusto, incluyendo la exótica seda de Yi Ti que era tan ansiada y codiciada por muchos, y cuando le llegaban seda de Yi Ti mandada como regalo por su prometida, Rhaenyra podía ver la envidia y los celos que muchas señoras de las corte le daban, entre ellas la Reina falsa, que en algunas ocasiones había escuchado decirle a su padre que debería prohibir que recibiera ese tipo de regalos por ser tan “opulento” y “extravagantes”. Aunque no es como si eso sirviera de algo, ya que a pesar de la tensa relacion entre su padre y su madre, el Rey seguía amando y adorando por completo a sus hijas, y no iba a quitarle algo que le hiciera feliz.

Eso, y el hecho de que su madre había puesto en su lugar a su “madrastra” diciéndole que no tenía ningún derecho sobre ella, y que no debería meterse en los asuntos que no le incumbe. Rhaenyra nunca había visto a alguien ponerse rojo tan rápido como lo hizo la reina verde, que hasta creyó que le podría explotar la cabeza.

La segunda por la que tenía prisa era para poder cambiarse de ropa y ponerse su traje para montar ya que quería ir a volar con Syrax antes de que comenzara sus lecciones con la espada, lecciones que había comenzado a tomar unas tres lunas después de que hubiera regresado a la fortaleza roja luego de haber estado una buena temporada en roca dragón siendo también la primera y última vez que ella y Daenerys hablaron en persona, y no por medio de “cartas”. Y la tercera pero no menos importante, es ir a saludar a su querida madre y su hermanita.

Un Cambio DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora