capitulo 11

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Capítulo 11

Año 113 d.c.- 3 lunas después

Rhaenyra se encontraba muy nerviosa, por fin había llegado el momento de casarse, los Señores de todo poniente comenzaron a llegar a Kingslanding desde hace dos lunas, y las festividades de la boda comenzaron hace apenas una semana, lo cual no era una sorpresa siendo, que la hija del Rey, y no cualquier sino su heredera al trono, se va a casar.

Y después de una semana entera de festividades y que durara otra semana más donde se comenzaría un gran torneo, por fin ella y Daenerys se casarían. Y Rhaenyra no podía estar más nerviosa, durante todos estos años desde que tuvieron la última conversación en Roca dragón donde Daenerys le dio de buena gana una de sus posiciones más preciadas, hizo que Rhaenyra comenzara a tener sentimientos extraños hacia ella, y que eso solo aumento cuando comenzaron a escribirse entre si, y que comenzara a recibir regalo tras regalos, pero no fue hasta hace dos años atrás, que Rhaenyra se dio cuenta que se había enamorado de su prometida.

Por lo que ahora las dos se encontraban en el gran Septo que había en Kingslanding donde se encontraba llevando a cabo la boda. Ni Rhaenyra ni Daenerys, estaban mu complacidas con eso, ya que ninguna de las dos creían en la fe de los siete, y Rhaenyra tuvo que aguantarse la risa cuando había escuchado los comentarios burlones de que su tía Saera hizo en valyrio sobre el septon que se encontraba oficiando la boda o también al ver como el Septon trataba de no temblar de miedo al tener a Drogon sentado a un lado de Daenerys, negándose apártese de ella, mientras miraba fijamente a todos siempre en guardia. Rhaenyra aún se preguntaba como Daenerys había convencido a su gran lobo gruñón, de dejarse bañar y acicalar muy bien para que estuviera bien presentado en la boda.

Y no podía negar que el gran lobo se veía muy abrasable con su pelaje brillante, limpio y esponjoso.

Si Rhaenyra era sincera no escucho ni la mitad de lo que dijo el Septo, solo puso atención cuando se hicieron los votos y se intercambió las capas.

Y cuando el septo dijo las últimas palabras: “un solo corazón, una sola carne y una sola alma, y maldito sea todo aquel que ose interponerse entre ellos”

Poco después Rhaenyra pudo por fin besar a su ahora esposa, por primera vez.

Y fue se sintió tan increíble cómo había imaginado.
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Después de se celebrara por fin la unión entre la Princesa Rhaenyra y Lady Daenerys, se trasladaron nuevamente hacia el gran salón de la fortaleza roja para llevar a cabo el gran banquete de la boda. Las festejadas se la estaban pasando muy bien, mientras disfrutaban de la comida, la bebida y el baile, hasta que vieron entrar a la “Reina” Alicent por una de las puertas del salón, con un horrible vestido color verde puesto. Cuando Daenerys vio que llevaba puesto o mejor dicho de que color, tuvo que usar todo su autocontrol para no sacar su espada o darle la orden a Drogon de que la matara, para poder librarse de una alimaña de una vez por todas.

Oh, esa zorra junto con sus niños engendros verdes, y toda su familia asquerosa de Hightower morirán gritando de dolor y agonía, y todo Oldtown arderán en llamas, ella misma se encargara de eso. Les llevara un infierno de fuego y sangre, aunque este caso podría ser un infierno de Hielo, pero el resultado sería lo mismo; la exterminación de todos ellos.

Si pensaban que ella se quedaría al margen y dejarían que degradaran en el futuro a su esposa y sus futuros hijos, están muy equivocados, ella no era ni seria el Laenor Velaryon que habían descrito en algunos de los libros de historia en donde contaba todo lo que había permitido que hicieran a su supuesta esposa e hijos, en su vida pasada. No, ella no era un caballito de mar, ella era ahora es un maldito dragón con sangre de lobo.

Un Cambio DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora