El día 1 de febrero del 2024, por alguna extraña razón que hasta ahora nadie puede explicar, durante altas horas de la noche, hubo un extraño corte eléctrico en todo el continente asiático, al punto de que incluso todo aparato electrónico dejó de fu...
Nut se sentó a mi lado mientras revisaba su teléfono con una sonrisa, aún nos encontrábamos esperando a que llegaran los demás para poder empezar el ensayo.
Pon estaba tirado en el suelo, moviéndose de un lado a otro incómodo porque decía que tener pechos femeninos ahora era un fastidio. Topten era como una extensión de la personalidad de Nut por lo que él estaba totalmente tranquilo sentado revisando su teléfono. Benz era un caso aparte, luchaba contra sus ahora largos cabellos castaños que le caían por su frente y no le dejaban ver con normalidad, una estilista se compadeció de él y fue a ayudarle.
— ¿No les gustaría que les ofreciéramos ropa más cómoda? —preguntó la estilista después de terminar de peinar a Benz—. Siento que en cualquier momento se les caerán los pantalones de lo tan anchos que les quedan —se burló—.
— Yo estoy bien —dije mientras me cruzaba de brazos—.
— La verdad es que a mí si me gustaría cambiarme —Nut se levantó y fue seguido por Topten—. ¿Tienen algo bonito que pueda quedar bien?
— Si, vamos al camerino —dijo emocionada la mujer mientras aplaudía—.
Nut y Topten desaparecieron después de cruzar la puerta, yo me acomodé nuevamente en la silla hasta que escuchamos las voces de los chicos restantes, venían hablando y riendo en un tono muy escandaloso, como siempre.
El primero en entrar fue Garfield, seguido de Ping y Pooh. Los tres lucían como siempre, apreté mi puño inconscientemente, ¿por qué a ellos no les había afectado el cambio y a mí si?
Bufé de molestia y Pooh al escucharme giró su cabeza hacia el lugar donde me encontraba, entonces dejó de reír y se quedó mirándome fijamente por un par de segundos mientras sus mejillas comenzaban a enrojecerse.
— ¡¿Qué les pasó?! —preguntó preocupado P'Ping—.
— ¿Qué acaso no estás enterado de las noticias? —le respondió Michael—.
— O sea si, pero... —nos señaló y comenzó a balbucear—. No esperaba que a ustedes les hubiese afectado.
— Pues lo hizo —Pon siguió quejándose desde el suelo—. ¡¿Cómo hacen las mujeres para acostarse boca abajo sin que les duelan los pechos?!
Benz lo miró por un segundo y luego negó con la cabeza, se levantó de su asiento y caminó hacia donde anteriormente Nut y Topten se habían ido.
— Será mejor que nosotros también nos cambiemos, o seguiremos sintiéndonos incómodos —fue lo único que dijo antes de salir—.
Pon le siguió después de unos segundos, entonces suspiré y yo también lo hice. Pasé junto a Pooh quien seguía parado cerca a la puerta, lo miré de reojo y noté como se puso nervioso.
Que extraño.
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