El día 1 de febrero del 2024, por alguna extraña razón que hasta ahora nadie puede explicar, durante altas horas de la noche, hubo un extraño corte eléctrico en todo el continente asiático, al punto de que incluso todo aparato electrónico dejó de fu...
No quiero salir de mi cama, no quiero que nadie me hable, no quiero que nadie me vea...mucho menos Pooh.
Puedo asegurar que ya todos saben que el "cambio" desapareció, porque mi teléfono no deja de sonar por los constantes mensajes que llegan al chat grupal que tenemos entre todos. Además es lo primero que me apareció en las noticias del día cuando encendí el televisor.
Tengo diez llamadas perdidas de mi madre, otras diez de mi hermana, y otras treinta más de otros números, pero ninguna de ellas era de Pooh.
Maldita sea...Pooh. ¿Qué estará pensando en estos momentos? ¿Sabrá que ya he cambiado? ¿Querrá seguir estando conmigo?
Mil y un preguntas surgen en mi cabeza una detrás de otra, me siento preocupado, nervioso, estresado, ansioso...
Simplemente quisiera cerrar los ojos y desaparecer.
Antes, cuando acababa de sufrir el "cambio", rogaba por volver a ser como antes, odiaba el solo hecho de verme de aquella manera. Pero ahora, algo dentro de mí piensa que lo mejor hubiese sido que me quedara para siempre luciendo como una mujer.
Mi teléfono suena nuevamente sacándome de mis pensamientos, miro la pantalla y leo el nombre de Benz. Pienso unos segundos que hacer, hasta que mi dedo finalmente presiona el botón de aceptar llamada.
"—¿Aló? —pregunto en voz baja—.
— Pavel —su voz se escucha masculina por lo que me confirma que el "cambio" ha terminado para todos por igual—. Por fin contestas, ¿sabes lo preocupados que estábamos?
— No quiero hablar ahora —suspiro—.
— Bueno tienes que —gruñe—. P'Vorarit quiere darnos algunas indicaciones para el tour en China.
— ¿Puedes decirle que no me siento bien? —me remuevo en mi cama—.
— ¿Estás así por el cambio?
— ¿Tú qué crees?
— Bien —suspira—. Mentiré por ti esta vez.
— Gracias...
— Y Pavel...
— ¿Si?
— ¿Has discutido con Pooh?
— No, ¿por qué? —pregunto preocupado—.
— No lo sé, se ve algo distraído y enojado —hace una pausa—. Tal vez deberías contactarte con él.
— Bien, nos vemos luego.
— Adiós —cuelga—."
Suspiro y me quedo en completo silencio por unos minutos. Realmente no sé que hacer, no sé cual será la reacción de Pooh, tengo miedo de perderlo.
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