Change ~ PoohPavel (PAUSADA)

s i e t e

POV's PAVEL:

Cuando desperté al día siguiente, lo primero que hice fue tratar de contactar a Pooh nuevamente, pero tal y como las cuarenta veces anteriores, no respondió ni mi llamada ni mis mensajes.

Suspiré sintiéndome frustrado, sabía que en parte yo tenía un poco de culpa por no medir mis palabras, pero mientras más lo pienso siempre llego a la conclusión de que lo que dije es verdad. Pooh es joven, está confundido, y eso solo llegará a afectar nuestra amistad y nuestro trabajo.

Me levanté de la cama y me vestí para ir a la empresa y recoger mi horario establecido para todo el mes de febrero, tenía suerte de que aquel día no tenía que realizar ninguna actividad importante ni debía ensayar ya que era nuestro único día libre de la semana.

— Hola Pavel —me saludó Michael cuando nos encontramos afuera de la oficina del equipo de marketing—. ¿Vienes a recoger tu horario?

— Si, ¿también tú?

— No, solo vine a acompañar a Topten que venía a recoger algunos regalos que le enviaron las fans —me sonrió agradablemente como siempre—. Por cierto, Pooh anda por aquí, hace un momento nos cruzamos.

Mi respiración se paralizó, sentí todo mi cuerpo tensarse y me giré hacia la puerta de la oficina.

— Ya debo irme, nos vemos —le dije rápidamente antes de ingresar—.

Recogí mi horario y salí cuanto antes de allí, esperanzado en que no me cruzaría con Pooh. Porque bien, sí quiero arreglar nuestro problema, pero no frente a frente. Esperaba que al menos respondiera a mis llamadas o mensajes.

Giré en uno de los pasillos rogando no cruzarme con nadie, pero mis plegarias no fueron escuchadas. Mi cuerpo chocó contra otro y por culpa de mi descoordinación total con este nuevo cuerpo, terminé cayendo al suelo.

— ¿Estás bien? —reconocí la voz, por supuesto que la haría—.

— Si —murmuré y me levanté sin su ayuda—.

Pooh se quedó en silencio por unos segundos mientras me miraba de pies a cabeza, luego sin decir nada se giró dispuesto a irse, pero nuevamente el destino estaba en nuestra contra.

P'Chod y P'Vorarit aparecieron de la nada en el pasillo y nos miraron como si hubiesen estado perdidos mil años en el desierto y nosotros fuésemos dos botellas de agua helada que aparecieron de la nada frente a ellos.

— ¡Que bueno que los encontramos! —chilló P'Chod emocionada mientras aplaudía—.

— ¿Sucedió algo? —pregunté sintiéndome confundido—.

— ¡Si! —esta vez P'Vorarit fue el que habló—. Hoy dos actores conocidos, y no los nombraré, tenían programada una sesión de fotos para una lujosa marca de ropa coreana, pero al final no pudieron asistir...

— Entonces un director de la marca mandó a preguntar con urgencia si en nuestra empresa teníamos disponibles a dos actores que pudieran reemplazarlos —continuó explicando P'Chod—. Estábamos a punto de llamarles, pero agradecemos que ya estén aquí coincidentemente.

— Esta marca coreana es realmente famosa mundialmente, de verdad necesitan aceptar esta sesión.

— Por mí no hay problema —respondí rápidamente y miré a Pooh de reojo—.