⋆⭒˚ ❨ 𝐂𝐋𝐎𝐒𝐔𝐑𝐄 ❩.ᐟ₊🗝️⊹
⁀➴┆Definitivamente, lo estable y tradicional, no es lo suyo. Coryo y Vanessa, se van más por lo caótico.
- La balada de pájaros cantores y serpientes.
- Coriolanus Snow x fem!oc
- Historia original de @heartc4raxoxo
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ᴺᵒʷ ᵖˡᵃʸᶦⁿᵍ; [ Burning Desire - Lana del Rey ]
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━ ÚLTIMAMENTE TODOS LOS DÍAS EN EL CAPITOLIO, SE SENTÍAN DE NOCHE, oscuro, frío. No sentía algo cálido en un largo tiempo, menos ahora saliendo del laboratorio de la Dra. Gaul.
El rubio y yo nos encontramos mudos, por lo menos hasta que él me agarra del brazo.
- Se que es extraño lo que te pediré...- Empieza sin verme a los ojos, apenado - pero podríamos ir a tu casa?, no siento la capacidad de ver a mi familia a la cara sin desmoronarme.
Sinceramente, tampoco quería estar sola, mis padres seguramente no se encontraban, como de costumbre en la época de juegos, únicamente los veía el primer día.
- Me serviría la compañía - Le digo con una sonrisa dulce, moviendo con mi dedo su mentón, haciéndolo verme a los ojos. No tengo idea de porque lo hice, ni de donde saqué el coraje de hacerlo, pero él no se queja, solo se queda ahí.
Seguimos, emprendiendo camino a mi hogar. Las calles del Capitolio se encontraban desoladas, la única alma era algún felino, lo cual lo hacía sentir bastante abrumador, el sentimiento de soledad luego de las palabras de la Doctora, era abrumador.
Al llegar a mi hogar, le digo que si necesitaba algo de tomar, y él me acepta un poco de agua. Le pido que se adelante a mi habitación, mientras yo camino a mi cocina de colores blanquecinos, combinado de madera, y algunas luces tenues, y su pared mantenía un ventanal de vista al jardín perfectamente cuidado.
Subo a mi alcoba, con el vaso de agua en mano, y mi chaqueta roja de la academia en la otra, con mi uniforme hecho un desastre, estando mi camisa azulada un poco desabotonada, y fuera de mi falda.
- Aquí está el agua - Anuncio mi llegada, viendo como Snow se encuentra sentado en mi cama blanca, de gran tamaño, admirando mi habitación de paredes blancas con toques de marrón y dorado.
- Gracias - Agradece, agarrando el vaso de vidrio de mi mano, tocando mis dedos de manera ínfima, pero igual siento como deja un hormigueo en ellos.
- Traeré dos toallas, así nos limpiamos un poco la cara - Se me ocurre, recorriendo los pocos metros al baño de mi habitación, y volviendo velozmente. - Con permiso - Le digo, acomodándome unos centímetros lejos de él, respetando cualquier tipo de espacio personal.
Él tenía deseos diferentes.
Sus manos se posan en mis caderas, jalándome a estar entre medio de sus piernas, agarrándome fuertemente de ellas, evitando que me tropiece. Su cara se oscurece, gracias a mi figura ocultándola de la luz tenue de mi lámpara de mesa, y estamos lo suficientemente cerca para notar como sus ojos azules, se oscurecen, pero no gracias a la sombra que produce mi cuerpo.
