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4 - 𝑬𝑳 𝑻𝑹𝑨𝑻𝑶

Al llegar al cielo todos pudieron ver como Adán estaba inconsciente y Lute habia perdido un brazo, en el cielo estaban más que enterados sobre la masacre que Adán, lute y Sera habían armado en el infierno y Sera quien juzgaba las acciones de los demonios abajo... no parecía ser muy distinta a ellos después de todo ¿No?

- Isabela...tu no debiste meterte en est- - Sera miró enojada a la joven antes de ser interrumpida

- Si debo, soy los ojos de Padre aquí, así que es mi deber informarle cuando algo fuera de sus órdenes pasa aquí - Isabela se puso frente a ella

- Esos pecadores podrían levantarse contra el cielo! ¡Date cuenta de una vez que no todo es color rosa Isabela! - La mayor levantó su mano para intentar golpearla pero fue detenida

- No lo harán, la razón por la que tienen un rey es esa, el monarca aparte de ser quien manda, es quien guía...Lucifer ha demostrado que mientras el siga en el poder el infierno no atentara contra el cielo, aparte de que su hija no está haciendo algo malo, ella busco la solución que ustedes no quisieron ¿Pensaron que con matar esto se arreglaría? Que equivocados estaban lo único que causaron fue su propio castigo...- La chica de pelo casi dorado detuvo la mano de su contraria antes de que esta la golpeara, la miraba mientras se mantenía firme

- No me digas que ahora te gusta el idiota de Lucifer? - Sera quito su brazo del agarre de la chica mientras le hablaba con un tono de burla

- No hace falta que me guste para darme cuenta de que él esta haciendo bien su deber, además de que ese hombre ya tiene una mujer y una hija Sera, el que te gustará Luzbel antes de caer y no te hiciera caso, no es mi culpa - La joven le dio la espalda para dirigirse hacia el salón en donde estaba Dios

Será solo se mantuvo ahí parada era cierto lo que Isabela había dicho, a ella le gustaba Lucifer antes de ser un ángel caído, ambos siempre se la pasaban hablando sobre cosas triviales pero mantenían una bonita amistad hasta que aquel bello Angel bajo a vigilar a los habitantes del jardín del edén...Luzbel quedo encantado con la belleza de Lilith y quien no lo haría? La mujer era bastante agraciada aparte de que sus ojos eran de un bello color azul, tal cual el cielo, su cabello largo y sedoso de un rubio hermoso, desde que esta conoció a Luzbel tuvieron una conexión más que bella, no era amistad, era algo más...una conexión que con sólo una mirada basto para saber que ambos se querían. Esto hizo que Sera empezará a tenerle envidia a aquella humana, que aparte de que había echo que Luzbel empezará a actuar raro al parecer de Sera, ella había sido la causante de que el Angel más bello y Sabio terminará cayendo.

- Dios...te pido tu misericordia - Rogaba Adán quien estaba con la cabeza baja y de rodillas frente a su creador

- Pides misericordia y mataste a aquellos que te la pidieron a ti? En que falle contigo Adán? Te di la oportunidad de entrar al cielo y así es como terminas? Desafiando mi autoridad y causando un desastre en el reino de Lucifer - El hombre que erradiaba una luz cálida estaba sentado hasta lo más alto mirando a su creación

- Y-yo solo hacia lo mejor para el cielo...- Se justifico el Angel que tenia bastantes heridas

- Lo mejor para el cielo lo decido yo! No tu, Adán...- Dios Soltó un suspiro pesado y miró a la joven Angel y a los otros dos ángeles - Leo y Azrael, llevense a Adán a su habitación, se mantendrá encerrado ahí hasta su juicio junto con Sera y su mano derecha - Se levantó de su asiento y se acercó a Isabela - Hija mía...a ti te pido que me traigas a Lucifer y su hija, necesito que ellos testifiquen en el juicio, para que sea justo - Le dio una palmada en su cabeza y se retiro de ahí

- Bien, parece que tendrás que bajar con nosotros Leo! - Azrael le hacia burla a su hermano, quien no soportaba la idea de bajar al infierno

- Quieres callarte? No soporto la idea de verle la cara al idiota de Luzbel de nuevo - El más alto miraba a su hermano con el ceño fruncido

- Ey, dejen de pelear como niños chiquitos, son el Angel de la muerte y el Angel que da la vida, comportense como tal! - Isabela era infantil cierto, pero no tanto como lo eran Azrael y Leo cada que peleaban

- Habla la que es una niña fantasiosa - Dijo Azrael mientras desacomodaba el cabello de la Joven

- Al menos a Isabela no actúa como diva cada que la alagan - Dijo el Angel que tenia un libro en su mano

- Ey! Se supone que estas de mi lado! - Azrael volteo a ver a su hermano enojado

- Ya basta, tenemos que ir a dejar a Adán y después ir por Lucifer y la princesa - Isabela se acerco a Adán y se inco para empezar a curar sus heridas

- No deberías curarlo, este tonto se merece que Lucifer lo haya humillado de esa forma, esos golpes son la prueba - Leo miró con desinterés al Angel que tenia su cabeza baja

- Si no lo curo, entonces seré igual que él- Dijo la chica de ojos verdes volteando a ver a su amigo

- Como sea, no tengo ganas de bajar al Infierno, acabamos de subir Isa, tienes que descansar - En Angel con las alas negras miró con preocupación a su amiga- Tus espala tiene que recuperarse, el acero celestial se incrustó demasiado en tu herida - Azrael se acercó a ella con cuidado

- No importa eso...ahora solo quiero saber una cosa Adán - Isabela se paro y miró con seriedad al hombre - El trato que hiciste con Lilith tiene que ver con algo del exterminio? - Pregunto mientras se cruzaba de brazos

- No...esa mujer ama a su hija, no haría algo que la afecte, además de que ama al idiota de Lucifer - Dijo Adán levantándose con dificultad y desviando su mirada

- ¿Entonces que carajo esta haciendo aquí? - Pregunto Leo poniendo su mano en el hombro del hombre

- Mi trato con ella no me permite decir algo sobre eso - Soltó Adán mientras miraba con desprecio a los tres de ahí

- Ya veremos si sigues diciendo eso en el juicio - Agregó Azrael, quien empezó a empujar a Adán hacia la salida para llevarlo a su habitación

Los cuatro Angeles salieron de ahí, mientras que Azrael llevaría a la creación de Dios a su cuarto, Isabela y Leo se irían adelantando para traer a Lucifer y su hija al cielo, esto ponía de mal humor al Angel de la vida pero tampoco quería dejar ir a su pequeña protegida sola, tenía miedo de que Lucifer le metiera sus tontos pensamientos y esta terminará haciéndole caso a él

- Creo que Azrael tiene razón...debería descansar, aparte, mi herida esta doliendo mucho, no pude curarme totalmente - Dijo Isabela mirando con ternura a su contrario

Leo solo asintió y cerró el portal, para el eso era mejor, nunca se había llevado con Lucifer y odiaba ver su cara....

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Holaaa!
¡Tercer capítulo listo! ¡Espero les guste!
Aunque tal vez de aquí tenga un bloqueo mental, voy a intentar actualizarles más pronto!
Gracias por apoyo 😸💕