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° Te deseo con cada latido del día, cuando el amor y el dolor se mezclan, te anhelo a cada suspiro de la noche, cuando la confusión y el rencor se desafían, te anhelo cuando el sol y la luna salen a bailar, cuando el reconocer y el negar se equilibran, te anhelo aquí y en mil vidas más, cuando escucho tu voz, cuando sigo tu luz, cuando expreso mi verdad, porque contigo encuentro la paz, la alegría, la libertad y la plenitud que tanto he buscado.

Y te quiero a cada instante, cuando el tiempo se detiene, te quiero a cada momento, cuando el espacio se acorta, te quiero cuando el sol y la tierra se abrazan, cuando el día y la noche se funden, te quiero aquí y en mil universos más, te quiero cuando callo mi voz, cuando apago mi luz, cuando oculto mi verdad, porque solo contigo puedo ser yo sin percatarme de ello, puedo ser feliz, puedo ser libre, puedo ser pleno... °


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Miércoles 21 de febrero, 2001

4:38 p.m

Camila entró a Ecomoda con una resplandeciente sonrisa y bella disposición, saludando a los empleados que no dudaban en sonreírle de vuelta en su paso por el pasillo de la primera planta, estaba feliz de ver de nuevo a Blas oficialmente, si bien ya había interactuado con su hijo desde su vuelta de Suiza no lo había tenido consigo misma en mucho mas de dos o tres horas, fue hace casi un mes desde que dejo a su hijo en su país natal, Colombia, en casi completa des comunicación, pero con plena confianza en su familia de poder cuidar y consentir a su hijo como lo merecía, agradecía que su buen trato repercutiera en la creciente adoración y amor que el niño mantenía por ellos.

Camila subió al ascensor y pulsó el botón de la segunda planta, dirigiéndose a la oficina de presidencia. Ingresando al lugar con confianza y encontrándose a Beatriz, Daniel y Blas, esperándola allí, Daniel recostado de la puerta de la "cueva" y la pelinegra conversaba jcon Blas en el sofá de cuerina café, observándola ingresar y levantándose junto al niño que corrió a abrazarla con cariño y quien rápidamente le contó un resumen de todo lo divertido que había hecho con sus tíos.

- Camila, que gusto verte de nuevo, ¿Cómo has estado?, saludó Daniel, con un a sonrisa forzada.

- Beatriz, hablo dejando un beso en su mejilla izquierda en modo de saludo, Daniel que guapo estas, lo saludo con una bella sonrisa y un beso en su mejilla derecha, yo muy bien ¿Y ustedes? ¿Cómo han estado?, respondió Camila, abrazándolo.

- Bien, bien, trabajando mucho, como siempre, dijo Daniel, evitando mirar a Beatriz que rodó sus ojos con desaprobación.

- Me alegro en verla Doña Camila, hablo Beatriz, interrumpiendo la charla de la Mendoza con el Valencia, con voz dulce tomando la palabra.

- a mi también me alegra verte, te ves radiante, se atrevió a decir aunque sus gestos delataran que pensaba todo lo contrario, respondiendo con educación y dulzura, sentándose a su lado, gracias por cuidar de Blas. No sabes lo que te lo agradezco, dijo Camila, abrazándola.

- No hay de qué, Blas es un encanto con gusto lo seguiría cuidando por el resto de mi vida, rio por lo bajó, lo hemos pasado genial juntos, dijo Beatriz, mirando con cariño al niño, que estaba sentado en el piso, jugando con un muñeco.

- ¿y tu Blas te has divertido con tus tíos?, preguntó Camila desviando la charla y levantando su paso para acercarse al menor.

- Oui, maman, j'ai passé un bon moment, sonrió inocentemente, me han llevado al parque, al cine, al zoológico, y a que no adivinas todos los regalos que me dieron, aplaudió inconscientemente, además la tia Betty me contaba un cuento nuevo cada noche y el tío Daniel cocina comida deliciosa ..., me han echo reír también, sus ojos brillaban con alegría, pero igual te extrañe maman, dijo Blas, con una sonrisa inocente.

Nuestro Casamiento (Betty X Daniel) Ysblf "Danitriz"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora