my teacher my obsession...

{Capitulo 6}

Me desperté, me preparé y salí de casa para la secundaria. Llegué y busqué a Emily entre los pasillos. Estaba tan distraída en lo mío que giré en un pasillo y choqué con alguien. Al principio no sabía muy bien quién era, levanté la mirada y era el profesor.
- Oh, disculpe profesor.
- Sonrió- No te preocupes, los accidentes pasan -continuó caminando- se giró- pero para la próxima más atenta -sonrió-.
Yo solo sonreí y asentí con la cabeza. Giré y ahí estaba Emily, me dirigí hacia ella.
- Hasta que te dignas en aparecer -la abracé-
- Me fui a los baños -me abrazó- Eres tan distraída.
- Reí- ¿Por qué lo dices?
- Porque chocaste con el profesor -rió- te vi.
- Ahh -reí- bueno, eso fue porque te estaba buscando.
- Me sorprende que el profesor te habló y te sonrió -dijo mientras caminaban al salón-
- ¿Por qué lo dices?
- Porque es muy, muy serio con todos los alumnos.
- Reí- Tal vez solo me respondió por educación...
- Mhm, tal vez.

Llegamos al salón y tomé asiento. La verdad, me dejó pensando un poco lo que me dijo Emily... Pero bueno, solo me habrá tratado así por "educación", pensé.

Pasaron las primeras horas de clase y sonó el timbre de descanso.

- Oye Vera -levantándose del asiento- vamos a la cafetería.

La verdad lo pensé porque tenía tantas ganas de quedarme en el salón y era solo para estar con el profesor.

- Ve tú, la verdad me siento un poco mal... Me duele un poco el estómago.
- Mmm, ¿segura? ¿No quieres que te traiga algo?
- No, no, así está bien -sonreí-.
- Okey -se fue-.

Ya no había nadie en el salón, era solo yo y el profesor. Me puse a leer un poco, esperando que se diera cuenta de mi presencia.

Él levantó la mirada de su celular.
- ¿Farmiga, qué haces aquí? ¿Por qué no sales?
- Sonreí. Es que preferí leer un poco -levanté el libro-.
- Me parece bien -sonrió y bajó su mirada de nuevo al celular.

Saqué los resúmenes que hice el día anterior y me acerqué a su escritorio.
- Profe, perdón por molestarlo.
- Sonrió. No es ninguna molestia -se apoyó en el escritorio-. Dime en qué puedo ayudarte.
- Le enseñé los resúmenes. Mire, hice lo que pidió ayer y la verdad quisiera saber si están bien.
- Tomó las hojas. A ver... -empezó a leer-. Todo está muy bien, pero mira -me acerqué hacia él-, esto es lo que puedes cambiar -apuntó con su dedo-.

Acercé mi mano hacia la de él y las dos se tocaron.
- Entonces, ¿esto debo cambiar?
- Sí, así es -sacó su mano rápido-, pero luego de eso ya todo está perfecto -sonrió-.
- Muchas gracias -lo miré y le sonreí.

Volví a mi lugar, dejé las hojas y me senté. Justo entonces vino Emily.
- Hola, ¿cómo te sientes?
- Ya un poco mejor -sonreí-.

*Suena el timbre*