Capítulo 4

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Sophie

Estaba hablando con unos amigos cuando de repente sonó mi celular.

-Hola tonto -respondí al ver que era mi hermano. El es mi único hermano y es tres años mayor que yo.

-Sophie, necesito que vengas ahora mismo -contestó mi madre con voz temblorosa.

Abrí mi boca para decir algo cuando escuché sirenas como de ambulancias y sentí como se me hacía un nudo en la garganta. Estaba aterrada. Al momento mi respiración se alteró. Colgué la llamada y apoye mi cabeza contra la pared. Me tomó unos minutos pero por fin reaccioné y me encaminé hacía la puerta.

-Sophie! -escuché a Jennifer gritar mi nombre. No volteé. Le explicaría más adelante, además, ella estaba muy feliz, y yo no quería arruinar eso.

Escuché unos pasos detrás de mi pero no quería voltear. Simplemente empecé a correr fuera de la casa.

Cuando me encontré lo suficientemente lejos paré de correr, apoye mi cabeza en un poste de luz y sentí como las lágrimas empezaban a correr por mis mejillas.

No es momento para llorar! -pensé

Caminé un poco más lejos hasta llegar a una plaza. Ahí conseguí un taxi pero algo me faltaba. No sabía adonde debía ir. Rayos! Envié un texto al teléfono de mi hermano preguntando la dirección y unos minutos después me llegó la respuesta. Era un hospital en el centro de la ciudad. Me pregunto que habrá pasado...

**

Había llegado al hospital. Al entrar me dirigí a la recepcionista.

-Buenas noches, en que puedo ayudarla?

-Pues, quisiera saber en que habitación se encuentra Shawn Taylor Jones.

-Habitación 204, tercer piso.

-Gracias -dije y caminé hacia el ascensor.

Cuando llegué al tercer piso, caminé por un largo pasillo buscando la habitación de mi hermano pero al final la encontré. Toqué la puerta antes de entrar, (lo cual es bastante importante si tienes un desquiciado hermano mayor), pero nadie respondió así que supuse que estaba durmiendo.

Cuando entré lo encontré profundamente dormido.

-Algunas cosas jamás cambian -susurré para mi misma.

-Sophie? -preguntó algo adormecido. Luego de unos minutos abrió los ojos y me miró.

-Ven aquí hermanita

Pude notar que seguía algo dormido pero me acerqué y me senté a su lado.

-Taylor, despierta -dije moviendo su brazo para despertarlo.

Seguido de un bostezo, frotó sus ojos y por fin despertó.

-Sophie! Tienes que sacarme de aquí, ahora!

-Relajate! Qué sucede? -dije preocupada.

-Pues -empezó. Yo sólo lo miré confundida esperando a que continuara.- Estas personas mienten, hermana. Ellos me mintieron, mamá les creyó pero yo no lo haré. Debe haber un error.

-A qué te refieres?

-Ellos -paró de hablar y bajó la cabeza.- Ellos dicen que mi corazón está fallando.

-Qué?! Estás seguro de que eso dijeron? Dime que no estás seguro - estaba tratando de retener las lágrimas que querían salir y de no permitirme pensar el peor escenario.

No es un cuento de hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora