Capítulo 1

76 0 0
                                    

Desperté y alce la vista a mi celular para ver la hora... 6:20 Dios! Voy a llegar tarde a mi primer día de escuela! Salte de la cama y empecé mi rutina diaria. Tomé un baño y me vestí con un sweater que decía: "Me desperté así", unos shorts negros y unos converse azul aqua (mi color favorito). Mi cabello estaba rizado así que lo deje suelto y me acomode un poco el flequillo Mientras me cepillaba los dientes busque en mi teléfono una canción que me gustaba lo cual fue una idea horrible. Casi me trago el cepillo de dientes tratando de cantar! Después de casi ahogarme con mi propio cepillo, baje a desayunar lo más rápido posible. Mientras desayunaba, recordé que Sophie debía haber esperado por mí por un largo tiempo lo que hizo que me atragantara el desayuno.

Sophie es mi mejor amiga desde que tengo 5 años, ha estado conmigo en las buenas y en las malas. Ella sabe todo sobre mi, a veces me asusta lo bien que me conoce. Desde que tengo conciencia, Sophie y yo hemos ido juntas a la escuela...

Y justo como lo imagine, ahí estaba Sophie, esperando por mi algo molesta.

—Más te vale que tengas una buena explicación —me dijo

—Emmm, algo así, bueno, primero no escuche la alarma de mi teléfono y luego casi me asfixio con mi cepillo de dientes... Ahh, y también me atragante el desayuno para no llegar tan tarde

—Cuando dejaras de ser tan dormilona, Jennifer Marie Smith?

—Cuando los cerdos vuelen, Sophie Anne Jones —le dije a Sophie mientras seguíamos camino a la escuela.

—Quieres que te cuente de mis vacaciones? —le dije a Sophie muy entusiasmada.

—Está bien! —dijo Sophie dando un suspiro—. Pero prométeme que es la última vez que lo dirás.

—Lo prometo

—Adelante, cuéntame.

—Siii! —exclame gritando como una niñita—. Bueno, cuando estábamos en vacaciones de verano fui con mi madre a California y nos quedamos tres semanas. Un día salí de compras mientras mi mama se quedó en el hotel. Mi primera parada fue en Starbucks; allí pedí un cappuccino y un par de galletas con chispas de chocolate y luego me senté a revisar mi teléfono, comer mis galletas y beber mi cappuccino. Fue entonces cuando sentí que alguien me estaba mirando (sí, cuando alguien te mira, lo sientes), así que levante la mirada de mi teléfono y fue cuando me di cuenta de que un hermoso chico de ojos verdes con pelo castaño no apartaba su vista de mí, al instante me sonroje al mismo tiempo que buscaba una servilleta para que ese hermoso chico no viera que me estaba sonrojando, tome un sorbo de mi cappuccino, recobre mi valor y volví a mirar esos ojos verdes soñadores, nunca me había sentido tan hermosa, no entendía porque ese chico me miraba tanto. Fue entonces cuando el sonido de una silla siendo arrastrada me saco de mis hermosos pensamientos sobre este chico. Deje de mirar al vacío y busque entre los muchos de las personas que había en Starbucks esperanzada de encontrarme con la hermosa mirada de ese chico otra vez, lamentablemente para mí no pude encontrarlo, sintiéndome como una torpe por perderlo de vista me di cuenta de que el hermoso chico de los ojos verdes soñadores estaba justo frente a mí, no pude evitar sonrojarme por segunda vez.

—Hola

—Ho-hola —dije tartamudeando por los nervios, además debo agregar que soy muy tímida.

—No esperaba encontrar a una chica tan hermosa como tú en una simple cafetería —me dijo al tiempo que me hacía un guiño

Dios! Estaba paralizada! No tenía idea de que decir. Es que jamás había visto a un chico tan lindo!

—Me llamo Bryan

Recobre algo de valor y le dije: Y yo me llamo Jennifer.

—Fue un gusto conocerte Jennifer —me dijo Bryan mientras se levantaba de su asiento.

No es un cuento de hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora