Jeon Jungkook era Ceo de la compañía de construcción y dueño de marcas de ropas grandes y exclusivas del mundo, pero detrás de esa fachada se escondía un mafioso, uno muy poderoso pero que jamás se ha enamorado de nadie hasta que conoce a aquel rub...
Había pasado un mes desde que los doceles habían empezado a salir con los mafiosos.
"Chicos, les tengo que decir algo muy importante", dijo Jin con una expresión entre seria y triste. "Nam me pidió que me vaya a vivir con él en su departamento, y pues acepté. Prometió darme todo lo que pedía."
"No, no nos puedes dejar, Jinie", dijo Jimin, con lágrimas en los ojos.
"Si crees que es lo mejor para ti, está bien", dijo Tae mirando a Jin. "No llores, Mochi, me vas a hacer llorar también. Además, no es como si no vayamos a verte jamás. Aún nos faltan 5 degenerados para culminar nuestra venganza" (ellos asesinaban a todos aquellos involucrados en lo que les pasó, empezaron del más débil al más fuerte).
Aunque trataban de aparentar fortaleza, la realidad era que la despedida les pesaba en el corazón. La venganza aún no estaba completa, y cada uno de ellos sabía que las cosas cambiarían con la partida de Jin.
"Si, además no podría vivir sin ustedes", afirmó Jin. Con respecto a lo otro, "Nam me llevará a un evento del bajo mundo como su acompañante. Cuando se distrajo, observé que uno de los invitados era nada más y nada menos que Lee Gu, el que me robó la inocencia", dijo Jin, llorando mientras recordaba lo doloroso que fue su primera vez.
Sus amigos lo abrazaron de inmediato.
"Yonie también me dijo que lo acompañará", dijo Jimin, soltando unas lágrimas.
"Bien, el plan será el siguiente: tú, mi precioso Mochi, subirás al escenario y nos deleitarás con tu talento para el baile, lo que hará que todos estén distraídos. Tú, mi handsome", dijo mirando a Jin, "pondrás en práctica tus dotes como actor, lo llevarás al baño fingiendo que lo extrañaste. Ahí los esperaré yo, y ahí lo asesinaremos de la misma forma que a los anteriores. Tenemos que hacerlo rápido; una vez finalice, cada uno vuelve a su daddy, yo me encargo de bloquear las cámaras de seguridad".
"¡Sí!" gritó eufórico Jin por fin. "Ese perro pagará por lo que me hizo. ¿A ti también, Jungkook, te invito?"
"No, aún no. Así es mejor. Me colaré y tengo que encargarme de preparar todo desde el ingreso para que no sospechen de nosotros. Además, Jungkook sospecharía si no me ve a su lado", explicó Tae con determinación y mirada seria.
El día había llegado, y antes de salir, los chicos se pusieron audífonos. Tae les diría en qué momento debían actuar.
Tae logró ingresar sin mucho esfuerzo. Una vez adentro, se escondió en un lugar alejado del bar central y accedió a las cámaras de seguridad desde su laptop. Lo primero que hizo fue buscar a Lee Gu y, una vez lo encontró, se fijó en qué momento el baño estaba libre.
"Bien, chicos, es hora", anunció Tae.
"Daddy", dijo Jimin con una gran sonrisa mirando a Yoongi, "te tengo una sorpresa. Espérame aquí", añadió mientras salía de la zona VIP para dirigirse al escenario. Se acomodó y comenzó a bailar, captando la atención de todos los presentes.
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