Jeon Jungkook era Ceo de la compañía de construcción y dueño de marcas de ropas grandes y exclusivas del mundo, pero detrás de esa fachada se escondía un mafioso, uno muy poderoso pero que jamás se ha enamorado de nadie hasta que conoce a aquel rub...
"¿Qué fue lo que pasó?" preguntó Jungkook mientras esperaban al médico.
"Al parecer, Tata tuvo una recaída", dijo Jimin entre lágrimas. En ese momento, Jungkook recordó las palabras de Hoseok; Tae había intentado suicidarse el año pasado.
"¿Dónde está Tae?" preguntó Jin desesperado. "Díganme que está bien, por favor", añadió al borde de las lágrimas.
"Aún los médicos no nos dicen nada", respondió Jimin, quien estaba en los brazos de Yoongi.
"Si algo le pasa, no me perdonaré no estar ahí", dijo Jin y sintió su cuerpo desfallecer, pero fue sujetado por Namjoon y lo llevaron a una habitación del hospital para ser atendido.
"Familiares de Kim Taehyung", preguntó el médico.
"Soy su novio", dijo Jungkook sin pensar. "¿Cómo está?"
"Está fuera de peligro. Lo trajeron a tiempo. Solo uno puede entrar; él está durmiendo porque fue sedado", explicó el médico antes de retirarse.
"Bien, yo iré. Ustedes pueden irse", dijo Jungkook.
"No, yo tengo más derecho que tú, conejo. Soy su verdadero amigo", dijo Jimin, enfatizando el "verdadero" ya que Jungkook había mentido.
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"No me importa si eres hasta su padre, yo soy quien lo mantiene", dijo Jungkook molesto. Ya quería ver a Tae; había pasado casi un día sin verlo.
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"Eso no es cierto, Tae se gana cada dólar que le das", refutó Jimin.
"Enano, mejor cállate, que me estás haciendo perder el 1 por ciento de paciencia que tengo", dijo Jungkook.
"Pues no me importa, y soy pequeño porque me pesa el conocimiento", dijo Jimin sacándole la lengua.
Yoongi rió divertido.
"Llévate a tu minion, Suga", dijo Jungkook y se fue. Jimin intentó irse, pero Yoongi lo detuvo y convenció de que se fueran a descansar, prometiendo volver temprano al día siguiente.
Jungkook entró a la habitación y vio a Tae dormido. Se acercó con cuidado, observando su rostro sereno, pero no pudo evitar notar las vendas en sus muñecas.
