'Por favor, trátame como si fuera especial para ti'
Esas palabras hicieron que la chica se sintiera poco empática, así que no hizo más que aceptar tomar un café.
[...]
Na-Bi estaba sentada esperando al hombre, que había ido a hacer su pedido.
-Toma- dijo él, poniendo la bebida de la chica frente an ella y sentándose al otro lado de la mesa.
Había pensado comenzar una conversación, pero decidió no hacerlo, pues esperaba que ella lo hiciera. Los minutos pasaban y no parecía que la joven tuviera intenciones de soltar alguna palabra.
-Oye, sé que desde que nos conocimos fui un idiota, pero no voy a negar que me gustaste desde el primer momento, Na-Bi- esperaba que la chica lo mirara, pero no fue así -. No sabía que alguien podía llegar a gustarme tanto, hasta que llegaste tú... y sé que he causado muchos problemas desde que me mudé, pero, Yang Na-Bi... ¿me darías el placer de conocerte y... tal vez en algún punto, llegar a ser algo más que solo vecinos?
-No sé si quiero eso, no después de todo lo que ha sucedido... lo siento.
-Linda, no tienes porqué, fue indebido de mi parte comportarme así- dijo, rascando su nuca con nerviosismo -. Fue desubicado y no volverá a ocurrir, pero, por favor, dame una segunda oportunidad...- el hombre tomó la mano de la chica entre las suyas, dándole leves caricias, que provocaron escalofríos en ella.
Hace mucho tiempo no tenía esa sensación, ya casi no recordaba cómo se sentía ese... ¿cómo podía llamarlo?
Na-Bi miró hacia el lugar en el que se encontraban las manos de ambos. Pensó por varios segundos una respuesta para él y finalmente habló.
-Supongo que puedo intentarlo...
[...]
-¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?- preguntó el rubio, caminando al lado de la chica.
-Oh, diría que me gusta el baduk. Siempre lo juego con alguno de mis amigos, nunca han podido ganarme- sonrió recordando esos momentos.
-¿Aceptarías tener un juego conmigo?- propuso feliz de ver a la chica sonreír por primera vez en el día.
-¿Ahora? Es tarde, ya no hay donde- dijo ella.
-Conozco un lugar, sígueme.- dicho esto, volvió a tomar la mano de Na-Bi y comenzó a correr sin previo aviso.
-¡Espere un momento!- gritó la castaña, mientras intentaba seguirle el paso al hombre.
Después de correr casi por dos cuadras, el rubio se detuvo frente un local del que salían luces de colores. Estaba lleno de gente.
-No creo que podamos jugar aquí, señor Kim- dijo confundida -. Es una zona de videojuegos.
Taehyung no respondió, solo entró al lugar y camino hasta el fondo, aún tomando la mano de la chica.
-Sigue abierto- susurro él, mirando la puerta de cristal que estaba a solo unos pasos de ellos. En ella había un cartel desgastado que decía 'open'.
Dentro se podían ver cuatro mesas, cada una con cuatro sillas a los lados. El hombre abrió la puerta e hizo que la chica entrara primero.
-¿Qué hacemos aquí?- preguntó ella y el solo señaló con la mirada hacia una mesa vacía. Sobre ella había un tablero de baduk.
-Hay que sentarnos y empezar ya- caminó hasta una de las sillas y se sentó -. Estoy nervioso, hace años que no juego esto- soltó una breve risa.

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ꜱᴛᴀʟᴋᴇʀ- ᴋ. ᴛᴀᴇʜʏᴜɴɢ
Fiksi Penggemarᴛʜᴇʏ ꜱᴀʏ ᴛʜᴀᴛ ʟᴏᴠᴇ ɪɴ ᴛʜᴇ ᴏᴘᴘᴏꜱɪᴛᴇ ᴏꜰ ꜰʀᴇᴇᴅᴏᴍ Kim Taehyung, un hombre de veintisiete años, inteligente, atractivo, rubio, un metro setenta y nueve, soltero y...¿amigable?. La pareja ideal de cualquier persona, ¿no? Así es, pero él no quería a cualqu...