18. Rodri Hernández

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Es raro verle y pensar que fue una parte fundamental de mi vida y ahora es un simple desconocido al que ni siquiera saludo.

-Ya estoy mami- me dice mi hija una vez vestida.

-Voy a por Diego y nos vamos- cojo a mi hijo de año y medio y nos vamos.

Mis abuelos celebran 50 años de casados y han invitado a toda la familia y gente cercana.

Al llegar bajo a los dos niños, meto al peque en el carrito y entro en el restaurante. Ya hay un montón de gente, así que decido saludarles a todos.
A la mayoría no los veo desde hace 6 años, cuando decidí irme a vivir a Londres.

-Pensé que no llegabais- dime mi madre mientras abraza a mis hijos- Tom no vino?- pregunta por el padre de mis hijos.

-No, aprovecho para irse de fin de semana con Sophia.

Cuando llegué a Londres conocí a Tom, era mi jefe y caí rendida ante sus encantos. Entre que él era guapo y yo le interesaba, y que yo venía de una ruptura muy dolorosa iniciamos una relación. Meses después nos dimos cuenta que no podíamos ser pareja, yo no olvidaba a mi ex y él no estaba seguro de tener una vida en familia sin poder salir. Al final decidimos ser folla amigos, el problema vino cuando me quedé embarazada de Vega.
Decidimos tenerla y dos años después le dimos un hermanito, a mi hija no le sienta mal el saber que sus padre están separados, al contrario dice que es mejor y yo no puedo estar más feliz.

-Me alegro que haya encontrado a alguien- añade mi padre.

-Yo también se lo merece- de repente la puerta se abre y me giro para ver quién entra, y ahí está el con un niño en brazos y una niña agarrada a la mano de su madre- porque no me dijisteis que vendría?- le pregunto a mis padres medio enfadada.

-Por qué entonces no vendrías.

Y en eso tiene razón, aunque han pasado años no he sido capaz de superarle, lo intenté muchas veces pero fue imposible. Lo peor fue cuando me enteré que se iba a casar y acababa de tener una hija con otra mujer, ahí mi corazón se partió en dos y prometí no volver a escuchar su nombre ni saber nada de él.

-Hola- su madre se acerca y yo me alejo, aprovecho para saludar a mis abuelos y acompañar a mi hija al baño.

Nos sentamos en la mesa y para mi mala suerte lo tengo muy cerca, casi enfrente. Se queda mirando hacia mi persona durante varios minutos y yo le estoy odiando, me pone muy nerviosa, sigo sintiendo lo mismo que antes.

-Papi- la voz de su hija hace que salga del trance- puedo ir a jugar con esa niña- su hija señala a mi hija.

-Si, pero con cuidado- su voz, no ha cambiado nada, es la misma.

-Donde has estado, estás tan cambiada- me pregunta su madre amablemente.

-En Londres.

Mi hijo despierta y lo pongo en mis brazos mientras le doy su puré para que cene.

-Tienes un hijo?

-Tengo dos- él escucha la conversación pero no dice nada.

Dejo a mi hijo con mi madre y voy al baño, me refresco y al salir me lo encuentro.

-No creí que tuvieses hijos- me dice cuando me ve salir.

-Ni yo pensé que te casarás- contraatacó- según tú eso era insignificante.

-Y lo sigo pensando, pero lo hice por necesidad- estuve a punto de reírme en su cara.

-Claro y también tuviste hijos por necesidad- le digo- que te hizo creer que yo habría rehecho mi vida.

-Nunca superaste la muerte de Gael- que nombrará eso hizo que me enfadara.

-Y tú que sabes, te apareces 6 años mas tarde y te crees que me conoces- odio que se crea con el derecho de juzgarme- he cambiado, ya no soy la misma tonta.

-Mami- mi hija llega corriendo m- mira me lo ha dado Marta- mi hija me enseña el collar que le ha dado la niña de pelo rubio que supongo que es hija de Rodri

-Es tu hija- pregunta él en un susurro.

-Si, Vega te presento a Rodri el papá de Marta.

-La conoces?- por primera vez pregunta la niña.

-Si, es una vieja amiga.

-Tu no tenías amigas, solo mamá- dice la niña enfadada.

-La conozco desde antes de conocer a tu madre- se le ve cansado al hablar de esto.

El resto de la noche la paso ignorándole, cada uno a lo suyo. El problema viene cuando salgo a fumar y él está allí haciendo lo mismo que yo.

-No pensé que un futbolista fumase.

-No debería hacerlo pero la situación me sobrepasa y necesito un respiro- quiero preguntar pero no sé si debo, su vida ya no es de mi incumbencia.

-Que te pasa, si te apetece contarlo aquí estoy- le doy una sonrisa sincera.

El me cuenta que se casó con una mujer, Ángela con quien tuvo a Marta y a su hijo Martín, ella tenía una cáncer y no resistió al parto del niño, fue duro para él pero su relación no era sana.
Antes de morir Ángela me dijo a su hija que su padre no podía tener amigas, solo podía pensar en ella, según él ella estaba obsesionada con el. La única razón por la que no quería morir era pata no dejar que él estuviese con otra mujer.

-Y sabes que es lo peor- le indico que continue- que no he podido olvidarte ni a ti ni a nuestro hijo.

Yo y Rodri tuvimos un hijo, el cual murió con dos meses a causa de una meningitis, fue un golpe tan duro que poco a poco nos encerramos en nosotros, nos separamos silenciosamente hasta que todo estalló.

-Yo tampoco- habló mi corazón antes que mi conciencia.

-Tengo una oferta para irme a Londres- me dice- iba a decir que no pero si tú me ayudas- de repente se queda callado pensando en lo que va ha decir- y el padre de tus hijos.

-No somos pareja- nos quedamos en silencio y lo corto yo- si quieres venís a Inglaterra yo te ayudaré pero no te prometo ser nada, tómalo como la ayuda de una amiga.

Él y sus hijos se vinieron a vivir conmigo, mi casa era grande y entrábamos perfectamente, cuando mis hijos estaban conmigo era un poco caótico pero nos acostumbramos.
Y lo que comenzó siendo la ayuda de una amiga terminó siendo una relación de años que terminará cuando uno de los dos ya no esté en este mundo.




Holaaa, sé que tendría que haberlo subido el fin de semana pero fue imposible.
Espero que os guste, un saludo.

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