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13. Pablo Barrios

No fui al partido, no quería verle. Me duele saber que está lesionado y no puede jugar, me encantaŕía apoyarle pero después de nuestra pelea no puedo. Dijo cosas muy dolorosas tanto que no sé si podré olvidarlas, se que yo no hice bien pero que pudiese pensar que le engañaba es como decirme que no confía en mí, y una relación se basa en confiar el uno en el otro.

El timbre me saca de mis pensamientos, dejo la hamburguesa en la mesa y pauso la peli que estaba viendo, no creo que sea Adri porque me dijo qu dormiría con Roro.
Miro por el agujero de la puerta y lo veo a él, acompañado de un ramo de flores violetas y una pequeña sonrisa en su cara.

-Hola- saluda tímidaamente y puedo deducir que está celoso porque es la persona más extrovertida que e conocido nunca.

-Hola, que haces aquí- intento sonar borde pero no puedo.

-Creo que necesitamos hablar- abro más la puerta y le dejo pasar.

-Sienyo el desorden pero no esperaba visitas.

-No te preocupes- se sienta en el sofa y me da las flores- son para ti, espero que te gusten.

-Gracias- las pongo en agua y vuelvo al salón con él.

-Siento todo lo que dije, no quería decir eso.

-Si querías-le interrumpo- aunque con otras palabras quizás.

-Vi la foto y se me nubló la mente, solo podía pensar en ti entre sus brazos tocandoos, y la verdad es que por dentro me moría de celos- me dice y se nota que está afectado- además estos días sin ti me he dado cuenta que me haces más falta de lo que pensaba.

-Yo tampoco lo hice bien, nunca debí dejar que me abrazara y ese fue mi error- yo también me arrepiento- debí contarte lo que había pasado.

El se acerca y me abraza y ahí me rompo por completo. A los ojos del resto soy la chica fuerte que puede con todo y nunca se rinde pero por dentro soy muy frágil. Estos días sin él me he dado cuenta de lo mucho que lo necesito, Pablo dió una estabilidad a mi vida que nunca había conseguido con él todo fue distinto.
Antes de conocerle no quería una relación, lo mío era una noche y itro hasta que llegó el. Intenté hacer lo mismo de siempre pero al día siguiente insistió, y así durante un mes. Estuvo un mes mandándome mensajes hasta que acepté quedar con él.

-Llora lo que quieras- estuvimos una hora abrazados mientras yo lloraba y el me consolaba.

-Me perdonas- digo una vez más calmada.

-Por supuesto, tu me perdonas a mí.

Asiento y le beso, nuestros labios bailan al mismo compás expresando las emociones de los últimos días, le he hechado tanto de menos que ya casi ni sabía como era besarnos, extrañaba mucho tocar sus labios, compartir fluídos.

-Ha sido increíble- me coje en brazos y me lleva a la habitación, allí nos entregamos en cuerpo y alma el uno al otro.

-Te quiero mucho- digo mientras acariccio su pecho.

Estamos en mi cama, desnudos, cansados después de follar, deseando dormirnos y despertar en la misma posición por la mañana.

-Yo a ti, me encantaría dormirme así todos los días.

-Es una indirecta- digo.

-No sé si lo sabes pero Roro le iba a pedir a Adri vivir juntos.

-Ya lo he entendido, si quieres podemos quedarnos con el piso, o alquilar otro- le cuento yo.

-Como tu prefieras, mientras sea contigo me da igual.

-Hablaré con Adri y después decidiremos.

-Me parece bien.

La conversación se quedó ahí, sus caricias en el pelo hicieron que poco a poco me durmiera como hace tiempo no dormía. Entre sus brazos, con su cuerpo emitiendome calor diciéndome que me va a cuidar que con él estoy segura.

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Los siguientes días fueron un caos, desalojamos el piso, Adri y yo lloramos un montón, aquí habíamos empezado nuestra vida adulta juntas y ahora nos íbamos a separar pero no mucho. Viviríamos en el mismo edificio, alquilamos dos ático uno enfrente del otro con terraza compartida, estaríamos separad pero juntas a la vez.

-Te gusta- acabamos de ver su piso, es tan sencillo como ella y Roro.

Eran una pareja muy simple no necesitaban grandes cosas para sentirse felices. Su piso era todo en tonos blancos y beige, salvo su habitación que tenía toques turquesa, tenía la decoración justa y necesaria, según Adri sería más fácil de limpiar.

Mientras nuestro piso era todo lo contrario paredes blancas haciendo que los muebles diesen un toque de color, la cocina era madera, el salón en tonos azul marino, nuestra habitación en tono amarillo mostaza y muchas plantas haciendo de nuestra casa lo más parecido a una selva, nuestra propia selva.

-Son muy diferentes- nos reímos- como nosotras.

-Pero me gustan los dos- añado yo- el problema va ha ser decorar la terraza.

-Nos pondremos de acuerdo- me dice- como lo hemos hecho siempre.

-No podeis poner muchas cosas si no Nocilla y Nutella lo destrozaran- añade Roro.

El otro día fuimos juntos a adoptar a unos perritos, nos decidimos por dos hermanos Golde Retriever, yo me lleve a Nocilla el macho y ella a Nutella una hembra.

-Les encanta morder cosas- dice Pablo- aunque espero que sea solo mientras son cachorros.

Salimos al jardín y empezamos a preparar el churrasco, hoy estrenaremos nuestros pisos, comeremos los cuatro en la terraza y por la tarde vendran unos amigos.
La semana que viene vienen mis padres, al día siguiente los de Pablo. Tendremos que organizarnos para invitar a gente a la piscina pero no creo que sea un problema.
Me encanta poder vivir con mi pareja y tener cerca a mi mejor amiga, es lo que siempre soñé.

Última publicación del año, espero que os guste. Nos leemos el año que viene. Feliz año!!!