IV.

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1997. Abril

Mi padre me llevaba para conocer al hijo de un proveedor reconocido para acordar y confirmar la boda que él y mi madre ya habían planeado.

El lugar de la casa familiar de los Mayer estaba fuera de la ciudad, donde todo alrededor era campo, la casa era de dos pisos por lo que se veía a primera vista, se notaba que eran personas acaudaladas por la extensión del terreno.

Al llegar a la entrada nos bajamos del auto y un señor que parecía tener la edad de mi padre nos recibió en la puerta de la casa, y junto a él estaba un joven, quizás un poco mayor que yo, con el cabello oscuro cayendo sutilmente por su frente y un poco de lado, el iris de sus ojos rosaba el gris en tonos café claro, era sin lugar a duda más alto que el señor a su lado, su cuerpo no estaba mal, en general muy bien parecido, llevaba unos pantalones de tela color negra y una camisa blanca, se veía bien; cualquiera hubiera perdido la cabeza por conocerlo, pero a mí no me gustó lo que vi.

El señor Mayer saludó a mi padre de una forma alegre, y luego intercambiamos saludos entre todos, no conocía a ninguna de las dos personas en frente de mí, asique me presenté y el amigo de mi padre me miró y respondió "Has crecido mucho, recuerdo cuando estabas pequeña, la madurez te sienta bien, estás preciosa" dijo con una sonrisa y añoranza en sus ojos que me hizo sentir menos tensa, pero no lo recordaba. Se volvió a incorporar y añadió "Él es mi hijo, Vince, no creo que se recuerden, cuando los visitábamos estaban ambos muy pequeños. Hijo, llévala a recorrer el lugar, sé atento con ella. Mare, si te hace algo me dices, no lo dudes." El señor Mayer colocó su mano en mi hombro y sonrió abiertamente, mi padre rió y añadió "Conózcanse esta tarde, nosotros estaremos en el estudio." Y así fue, ellos entraron en la casa y nosotros nos quedamos en el porche.

"Así que Mare, es un gusto soy Vince Mayer, sí, mi padre ya lo dijo, pero ahora me presento yo, ¿Hay algo que quisieras hacer o algo que deba de considerar para que no le digas a mi padre que he sido descortés?" dijo en tono de juego y con una sonrisa en los labios.

"Un gusto Vince, y la verdad que no sé qué deba considerar como inapropiado. Y ¿Hay algún rincón bonito en donde ver el cielo?" ante mi pregunta Vince arqueó una ceja y me miró por completo; ese día llevaba un vestido un poco más alto de la rodilla, y era de color azul oscuro llano y con unos zapatos cerrados con un poco de plataforma, me sentí muy analizada y le dije "Creo que esto se puede tomar como algo descortés, esto de mirarme mucho." Alzó la mirada y sonrió abiertamente para luego decirme, "Estaba pensando si tu ropa es adecuada para una caminata."

Te veré en la Estrella junto a la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora