Ariana sólo estaba allí porque su padre se lo había pedido, algo que a ella no le agradaba. Mayormente, porque no le encontraba sentido ir cada mes a ver puros vejestorios.
— hace unos días, la Emperatriz Madre, su abuela. Hizo reformas al salón de defensas contra fuerzas oscuras. —comentaba — ahora los jóvenes, no tienen que preocuparse de que les ocurra un accidente en su clase.
— ¿si? Que bueno — respondió con un tono de desinterés.
— bueno eso sería todo el recorrido, me hace feliz que la hija de nuestro emperador, se preocupe con el bienestar y el estudio de nuestros jóvenes.
— Claro, como futura Emperatriz quiero un buen futuro para mi nación — dijo con una falsa sonrisa en ella.
Ariana fue acompañada hasta la salida yéndose del "aburrido" lugar, pero alguien detuvo su andar.
—A-Abuela — habló sorprendida.
Nada más ni nada menos que la Emperatriz Madre, la abuela de Ariana.
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— ¿Qué haces aquí? — preguntó.
— pues que más, viniendo a visitar la academia que funde cuando tenía tu edad — respondió con finesa.
Madelyn de Secramise, la Emperatriz Madre de Arbezela, conocida como "la mujer de hierro" quien con su gran firmeza y capacidad, ayudo en el crecimiento del Imperio y a quien se le atribuye un sin fin de academias y escuelas para los ciudadanos.
