MYSTERIOUS LOVE

°•°Beck cae por Harper°•°

capítulo cuatro
'Beck cae por Harper'

Harper ya estaba sentada en clase a la mañana siguiente, con Beck a su lado, que le acariciaba suavemente el costado que tenía vendado sobre las costillas inconscientemente.

El castaño la había acompañado al médico el día anterior y este le había dicho que reposara, lo que no le había gustado a la rubia.

Ahora se encontraban escuchando a Tori contar su historia de la audición mientras veían a Sikowitz taladrando agujeros en varios cocos.

—...Al final me ofrecieron ser la doble de la protagonista y acepté—asintió Tori

—No sabía que eras doble—negó Sikowitz

—¡No lo soy!—exclamó Tori

—¿Por qué aceptaste?—replicó Sikowitz

—No sé, por compromiso—respondió Tori

—Siempre digo que es una inútil y nunca me creen —replicó Jade y Henry, a su lado, le acercó más la silla a él

—Hay algo que no entiendo, ¿por qué te ofrecieron el trabajo de doble?—preguntó André

—¡Porque puse artes marciales en el currículum!—se alteró Tori mirando a Harper y ésta alzó una ceja

—Era una broma, pendeja, no es culpa mía—replicó

—Nunca mientas en tu currículum—asintió Jade jugando con unas tijeras y sonrió—No pareces muy feliz.

—Sikowitz, ¿no puedes llamar a tu amigo y pedirle que me saque de esto?—preguntó Tori

—Yo no lo haría—negó Henry

—¿Y eso?—preguntó Tori

—Le darás una decepción a Hollywood —replicó Jade

—Aquí todo el mundo conoce a todo el mundo—respondió André

—Haces enojar a uno, y todos se vuelven locos—afirmó Sikowitz

—Y no te vuelven a contratar—negó Harper

—Entonces, ¿qué hago?¿Decepciono a Hollywood o dejo que me queme los pelos?

—Las dos—sugirió Harper y Beck se mordió el labio para no reír

—Los dobles rara vez salen heridos—aseguró Sikowitz

—Y ya dijiste que sí—replicó André

—Y es un compromiso—asintió Sikowitz—Por ejemplo, este coco. Es grande, peludo y...¿De que hablábamos?

—¿En qué escena la sustituirás?—preguntó Harper

—Me caeré de una silla—replicó Tori

—Dios mío—Harper rodó los ojos

—¿Eso es lo que te estaba matando?—replicó Jade

—Ay, que bebé—se rió Sikowitz.

—Puede ser peligroso—reprochó Tori—No sé caer de una silla y que se vea real