Gone - Annyeongz

6

Jang Wonyoung

He tenido días malos y malísimos. Pero el de hoy le ganó a cualquiera de esos.

Aun no podía aceptar que todos a mi alrededor me mintieron sobre ese sueño —más bien, recuerdo— que me ha atormentado por tantos años.

Ni siquiera he tenido el coraje para enfrentar a mis padres. Lo primero que hice al llegar a casa, fue encerrarme a mi habitación.

Saltándome la sagrada cena en familia, que parece una obligación en este lugar. Aún así, nadie fue capaz de acercarse a mi habitación para saber qué ocurría.

Concilié el sueño como pude, a pesar de la rabia, la pena y el dolor que sentía. Para mi mala suerte, unas nuevas imágenes aparecieron.

∞

Ya habían pasado dos semanas desde las olimpiadas y Wonyoung no podía dejar de pensar en la chica mala. La cual por cierto aún no le entregaba su polera.

Wonyoung sólo había hablado con Jiwon sobre el tema, evitando el dato que fue ella misma quien se interesó primero. Su amiga la motivaba a seguir esperando, a pesar de que no entendía mucho el trasfondo de la situación.

Aunque era tan simple como cruzar la calle y esperar que apareciera la chica que la dejó flechada, Wonyoung quería que ella la buscara primero, al menos para devolverle su polera.

Tuvo mucha suerte cuando el día tan ansiado llegó. Acababa de salir de clases y a pesar de que tardó media hora más en salir ya que el profesor envió tareas en parejas. Aún así, Yujin se había dado el tiempo de esperarla.

Apenas hicieron contacto visual, Yujin levantó la mano y le hizo señas a Wonyoung para que se acercara a ella.

WY: Tardaste mucho... ya estaba perdiendo la esperanza.
YJ: Lo siento, es que no tenía dinero para ir a la lavandería.

Yujin sacó una bolsa de su mochila y le entregó la polera a Wonyoung.

YJ: Muchas gracias rarita, me salvaste ese día...
WY: No me digas así!

Wonyoung se puso roja y Yujin le acercó una botella de agua —helada— a sus coloradas mejillas.

YJ: No te alteres, que te pondrás más roja!
WY: Pero tú me molestas!
YJ: Si quieres me voy.
WY: NO!

Yujin levantó una ceja y comenzó a mirar a Wonyoung con mucha curiosidad.

YJ: ¿Entonces?
WY: No me has preguntado mi nombre aún...

Wonyoung se avergonzó un poco después de decir tal estupidez. Quizás a la contraria no le interesaba mucho saber y por eso no le había preguntado.

YJ: Es que ya lo sé.
WY: ¿Y cómo?
YJ: Estaba bordado en tu polera, Jang Wonyoung.

Wonyoung se sorprendió al no saber tal detalle, pero más sorpresa le causó escuchar lo lindo que sonaba su nombre saliendo de esa boca.

WY: ¿Y ahora sólo te irás?
YJ: Ya te lo dije, si quieres me voy.
WY: Y yo también te dije que no quiero eso.

Yujin quería dejar de ser tan cortante pero le daba vergüenza sincerarse. De igual forma decidió hacerlo.

YJ: En realidad quería invitarte a tomar un helado, pero no me alcanzó más que para el agua...

Y le entrego la botella que tenía hace rato paseando entre sus manos.

WY: Ay no importa! Yo te invito.
YJ: P-pero-
WY: Solo cállate y vamos.

Wonyoung agarró la mano de Yujin sin ningún descaro y la arrastró con ella hacia la heladería más cercana. Que por cierto, era bastante cara.

YJ: Estás loca si crees que dejaré que pagues tanto por un simple helado.
WY: Solo disfruta mujer!
YJ: No puedo.

Tras decir eso, Yujin no tuvo otra opción que recibir el helado que le estaba ofreciendo.

WY: Para que te quedes tranquila, la próxima vez que nos veamos, me invitas cualquier cosa y estaremos a mano!
YJ: ¿Próxima?
WY: ¿No quieres que haya una próxima?

Por primera vez fue Yujin quien se sonrojó tras ver el puchero, mezclado con helado, de la chica que tenía enfrente.

Además, aprovechó la instancia para limpiarle la comisura del labio con el pulgar. Wonyoung le agradeció el gesto con una tierna sonrisa.

YJ: N-no, o sea sí! Claro que quiero que nos volvamos a ver. De lo contrario, me iré al infierno con la deuda niñita.
WY: Eres una pesada.
YJ: Solo era un chiste!
WY: De todas formas ya se está haciendo tarde...
YJ: Tienes razón... nos vemos luego.

Yujin se alcanzó a dar media vuelta para irse pero Wonyoung sujetó su poleron antes que la completara.

YJ: ¿Ahora qué pasa?!
WY: ¿Me darías tu numero de teléfono?
YJ: No tengo...
WY: ¿Y de tu casa?
YJ: Tampoco hay...

Wonyoung hizo otro puchero que ayudó a Yujin a tener una brillante idea que solucionaría el problema.

YJ: Pero puedes darme tu número y te llamo desde una cabina...
WY: ¿Eso aún existe?
YJ: Claro que sí! Ahora anota.

Yujin sacó un plumón de mochila y extendió la mano para que Wonyoung anotara allí su número.

WY: ¿No tienes un papel?
YJ: Eso se me puede perder, dah.
WY: ¿Acaso no te bañas?
YJ: Bueno entonces no anotes nada.

Wonyoung tomó rapidamente la muñeca de Yujin para alcanzar a escribir el número en su mano.

Aún así, tenía miedo de no volver a verla.

YJ: No olvides contestarme, Jang Wonyoung.

Yujin le dió un beso en la mejilla y salió corriendo. Por el contrario, Wonyoung quedó tiesa pero alcanzó a gritarle una última cosa antes de que desapareciera de su vista.

WY: No tardes tanto de nuevo, An Y-

∞

Y un portazo me despertó.

Justo antes de poder recordar el nombre de esa chica que se estaba apoderando de mi mente.

Abrí los ojos con dificultad y allí estaba mi padre, mirandome con mucha rabia.

WY: ¿Qué pasa ahora?
PA: No me hables así jovencita.
WY: Me acabas de despertar tan agradablemente que me dan ganas de tratarte bien.
PA: ¿Te tomaste tus pastillas?
WY: No es tu asunto.
PA: Claro que lo es Jang Wonyoung!
WY: ¿Puedes dejarme tranquila?
PA: Levántate inmediatamente. Vas atrasada a la reunión. Y ya te dije, que tú pagarás las consecuencias si algo sale mal.
WY: DÉJAME EN PAZ!
PA: Toma las pastillas de una vez. Llámame a penas tengas noticias.

Volvió a pegar un portazo al salir. Y yo seguía atónita. ¿Qué le importa a él si me tomaba los malditos medicamentos?

Ya estoy harta. Se supone que me ayudarían a recordar, pero en siete años no han hecho nada.

No pienso tomar más esas mierdas.

Respiré hondo para calmarme, odiaba tener ataques de pánicos, menos lo querría ahora.

Me vestí rápidamente y salí disparada a la oficina. Tenía que pasar por Eunbi para poder ir a enfrentar la reunión. Es la única persona que podría apoyarme ahora, es como mi hermana mayor...